16 de febrero de 2004.
Washington, (Notimex).- Más de cuatro mil sacerdotes de la Iglesia Católica estadounidense fueron acusados de abusos sexuales contra menores en las últimas cinco décadas, de acuerdo al borrador de un nuevo reporte en torno a estas ilícitas conductas.
Preparado por el Centro de Justicia Criminal John Jane, por petición de la Conferencia de Obispos Católicos, el reporte ofrece por primera vez un cuadro del nivel y los alcances de estos abusos, cuyas revelaciones han cimbrado a la Iglesia Católica.
El borrador, que trascendió en medios de comunicación y cuya cuya versión final será dada a conocer el próximo viernes 27, señaló además algunas de las causas por los cuales estos abusos persistieron por más de medio siglo.
De acuerdo al reporte, archivos de la iglesia indican que de 1950 al 2002, un total de 4 mil 450 sacerdotes fueron acusados de abusos sexuales contra menores, cuyas edades fluctuaron entre los 7 y los 17 años.
Más de la mitad de los sacerdotes (dos mil 430) tuvieron por lo menos una acusación en su contra, mientras que 25 por ciento fue objeto de dos a tres, y un 13 por ciento fue reportado con cuatro y hasta nueve acusaciones.
Un tres por ciento o 147 sacerdotes, apareció con diez o más acusaciones, y de acuerdo al reporte, ese porcentaje de prelados sería responsables de abusos contra tres mil menores, de acuerdo al reporte preeliminar.
Por cuanto a las víctimas, un 78 por ciento se ubicaron entre 11 y 17 años. Un 16 por ciento entre 8 a 10 años y apenas un 6 por ciento fueron menores de siete años.
Según el reporte, algunas de las causas por las cuáles esta situación provaleció fueron fallas para reconocer la gravedad del problema, un sobre énfasis de la Iglesia en evitar el escándalo, así como inapropiados centros para tratar a sacerdotes acusados.
El nuevo reporte parecería ser más crítico que la auditoría que la Conferencia de Obispos presentó aquí el mes pasado, y según la cual el 90 por ciento de las Diócesis del país han cumplido parcial o totalmente con las reglas para impedir nuevos abusos.
De acuerdo con la auditoría, 191 de las 194 Diócesis del país fueron auditadas, y un 18 por ciento no habían cumplido con las recomendaciones, en tanto que 68 por ciento dijeron haber implementado las reglas puestos en vigor dos años atrás.
Empero, la auditoría mostró que la falla más común en que las diócesis incurrieron fue implementar programas para proteger a los niños, establecer códigos de conducta para los sacerdotes y verificar los antecedentes de empleados láicos.