EL SIGLO DE TORREÓN
Torreón, Coah.- Cajeros automáticos de diferentes instituciones bancarias, “arreglados” con sofisticados aditamentos para obtener la información necesaria de las tarjetas de los usuarios, fueron detectados en esta ciudad.
Empleando tecnología de punta, “clonadores” de tarjetas de crédito continúan operando en Torreón, obteniendo jugosas ganancias gracias al dinero que retiran tanto de los citados cajeros como de la venta de los artículos que adquieren con el uso de los plásticos apócrifos.
La información, obtenida en los medios policíacos, señala que una banda bien organizada conformada por gente proveniente de Venezuela, trabaja en todo el país con recursos ilimitados, además del apoyo legal que se les brinda a estos infractores cuando eventualmente llegan a ser detenidos.
Estos falsificadores de tarjetas de crédito, cuentan con varios métodos para obtener la información confidencial que tiene la banda magnética así como del NIP (número de identificación personal), entre los que sobresalen tres:
Métodos
*Lebanese Loop (Lazada Libanesa): Para hacer “sellos” de las tarjetas de crédito, los “clonadores” primero insertan a un costado por donde se inserta el plástico, una banda transparente de mica o plástico que provoca que cuando el usuario intenta retirar efectivo su tarjeta se queda atorada, entonces llega una mujer que les dice que marquen tres veces, observando así el NIP. Luego les comunican que regresen mañana por su tarjeta y posteriormente la retiran, quedándose con ella para comenzar a usufructuar en su beneficio.
Esto resultaba muy arriesgado para los delincuentes, por lo que idearon nuevas formas.
*Microcámara: Este método se realiza en dos partes. Primero, en la puerta de acceso del cajero insertan una fascia para conseguir la información de la banda magnética y cuando el tarjetahabiente está en el interior, es observado a través de una microcámara colocada dentro de un sensor de humo o en un folletero que está a un lado del cajero, para grabar el número confidencial.
*Implante: Mediante un solo paso, los “clonadores” logran la información que requieren, para lo cual colocan encima del panel verdadero, uno falso que cuenta con una pequeña computadora que graba los datos del usuario cuando éste desliza su tarjeta por el skinner o lector consiguiendo además el NIP, con lo cual “clonan” una nueva tarjeta y de esta manera retiran los recursos hasta “derretir” el plástico.
Los retiros
Por lo general, los falsificadores de tarjetas de crédito realizan su labor previo a los fines de semana, cuando saben que los bancos estarán cerrados para atender cualquier tipo de reclamación.
Una vez consultado el saldo de la cuenta, se programan para hacer retiros en efectivo todas las veces que se pueda, esto es haciendo uno antes de la medianoche y otro minutos después.
De igual forma, efectúan compras con los plásticos apócrifos, adquiriendo generalmente artículos electrónicos que pueden vender fácilmente, así como equipos de cómputo, pues es común que los vendedores no se fijen en las facciones de los clientes.
Equipo sofisticado
Con el apoyo de moderno y sofisticado equipo, una bien organizada banda de “clonadores” de tarjetas de crédito, de procedencia extranjera, operan en todo el país obteniendo millonarias cantidades mensuales. Si se llega a realizar la detención de alguno de ellos, abogados que tienen a su servicio acuden de inmediato a pagar la respectiva fianza.
El Siglo de Torreón realizó una investigación en la que se obtuvo información de la manera de trabajar de esta banda de venezolanos que cuentan con el apoyo irrestricto de gente importante ligada al Gobierno de su país para ayudarlos en cuanto sean detenidos.
De acuerdo a la labor efectuada, la banda es integrada por aproximadamente 200 personas de origen venezolano que operan en células de ocho en toda la República Mexicana, sobre todo en centros turísticos o vacacionales, donde pueden tener acceso a tarjetas bancarias internacionales que se manejan de manera exclusiva en dólares, debido al turismo extranjero que se tiene en dichos lugares.
Lo peor del caso es que dichos sitios no son privativos, pues en Torreón ya se han detectado cajeros automáticos “arreglados” con sofisticados equipos computarizados para obtener la información contenida en la cinta magnética de las tarjetas, así como del NIP (número de identificación personal).
Una vez obtenidos los datos necesarios, los “clonadores” elaboran un plástico con ellos de forma de “derretir” (que se acaben los recursos de la cuenta), a través de retiros en los cajeros o bien haciendo compras en tiendas comerciales donde obtienen artículos, principalmente electrónicos que luego los pueden vender muy fácil.
Es en la ciudad de Monclova, Coahuila, donde se tiene ubicado a quien se conoce como el “Zar de las Tarjetas de Crédito”, quien cuenta un ilimitado número de plásticos para quienes estén interesados en adquirirlos.
Esta persona provee a los venezolanos de las tarjetas necesarias para efectuar sus fechorías y por cada una de ellas pueden obtener jugosas ganancias que al mes alcanzan hasta el millón de pesos, de acuerdo a reportes que se tienen en las distintas corporaciones policíacas de México.
