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MÉXICO, DF.- El Congreso del Trabajo reconoció haber fallado a los obreros del país por no haber logrado un incremento mayor a los salarios mínimos para 2005, en tanto que la Unión Nacional de Trabajadores (UNT) calificó el aumento de 4.5 por ciento ponderado de irrisorio, y señaló que sólo provoca indignación e incertidumbre entre los trabajadores.
Enrique Aguilar Borrego, presidente de Estudios Económicos del Congreso del Trabajo, sostuvo que ante lo mal que quedó esa central no sólo con los trabajadores, sino con quienes la conforman, resaltó la necesidad de diseñar una estrategia para tener un buen nivel salarial, pues este problema, aunado a la falta de empleo, cada vez crece la crisis entre los trabajadores.
Cabe recordar que el jueves el Consejo de Representantes ante la Comisión Nacional de Salarios Mínimos (Conasami) acordó por unanimidad un incremento ponderado para 2005 de 4.5 por ciento a los mínimos.
Se estableció el salario mínimo para 2005 en la zona geográfica A será de 46.80, en la B de 45.35 y en la C de 44.05.
Agustín Rodríguez Fuentes, presidente colegiado de la UNT, consideró que ante el hecho de que el incremento es evidentemente insuficiente y ante esto planteó un cambio en la fórmula para dicho aumento. Es decir, precisó, que no se dé bajo la expectativa inflacionaria, sino sobre la pérdida del poder adquisitivo del salario.
Leonardo Rodríguez Alcaine, dirigente de la Confederación de Trabajadores de México (CTM), subrayó que 46 pesos con 80 centavos, no servirán para que un trabajador cubra su canasta básica.
Sobre el particular, Francisco Hernández Juárez, también presidente colegiado de la UNT, así como Benito Bahena, integrante de esa organización, coincidieron en que ante el fracaso de las revisiones salariales de los mínimos debe desaparecer la comisión encargada.
Hernández Juárez expuso que es una burla e irrisorio el referido aumento. “Es una cachetada, tanto de los patrones como del Gobierno Federal que se ufana de anunciar con bombos y platillos de que hay una recuperación al salario”.
La Conasami, reiteró, debe formar parte de la historia laboral de México y su lugar debe ser ocupado por un organismo incluyente donde realmente se analice la situación de la clase trabajadora y de la economía del país.