Crónica Urbana
POR CUAUHTÉMOC TORRES ALVARADO
EL SIGLO DE TORREÓN
SAN PEDRO, COAH.- Francisco García Martínez está a punto de cumplir 70 años de edad. Casi la mitad de su vida la ha empleado a la guitarra. Su voz y melodías le han servido para poder vivir. Antes fue en la frontera, hoy es en su ciudad natal.
Padre de ocho hijos, cinco mujeres y tres hombres, tuvo que mantenerlos como Dios se lo permitía. Sólo logró mandarlos hasta secundaria. Ninguno de ellos pudo superar ese nivel académico. Hoy la mayoría están casados. Cinco de ellos radican en Ciudad Juárez, Chihuahua.
En la actualidad vive en la calle Ramos Arizpe 263 de la colonia Centro. Hoy vive sin su esposa, pero no por problemas, sino por circunstancias de la vida. Hace unos años, la suegra de “Pancho” como le conocen sus amigos, se enfermó. Su esposa tuvo que ir a cuidar de ella. Aún sigue allá en el ejido Jaboncillo.
La esposa de Francisco, Guadalupe Tenorio Montelongo, trabaja por las mañanas en una tortillería de la comunidad. Por las tardes regresa a la casa de sus padres. Mientras, “Pancho” visita restaurantes de San Pedro para deleitar a los comensales con sus canciones.
Hace como nueve años Francisco se juntó con Mario Martínez y Horacio Rodríguez. Así es como nació el “Trío Bengala”. Mario en el requinto, Horacio en el bajo y Francisco en la guitarra. Casi todos los días se reúnen para ganar unos pesos. 50 diarios como mínimo por cada uno.
Los tiempos ya no son como antes cuando Francisco viajó a la frontera entusiasmado por la adrenalina que la juventud proporciona, se aventuró a alcanzar el éxito musical. Casi lo logra, pero su satisfacción fue mejor.
En compañía de “Los Ribereños del Nazas” continuaron tocando por unos cuantos meses en Ciudad Juárez. Allá conoció a Guadalupe. Ella trabajaba en una casa. Se frecuentaron y es en una presentación de su grupo cuando se percataron que eran originarios del mismo municipio.
A su regreso, Francisco ya no venía solo. Hace 35 años decidieron casarse por la Iglesia en la Catedral de la ciudad. Cada sábado por las mañanas, Francisco se levanta para ir a visitar a su esposa y suegros.
El lunes o martes ya está de regreso en la ciudad. Sólo dos de sus hermanos viven con él mientras permanece en San Pedro. Por las mañanas y tardes se dirige de un restaurante a otro para ganarse unos pesos y motivarse.
En sus ojos se puede ver el reflejo de sus mejores años. “Algunas veces íbamos a la tele y teníamos presentaciones, en ocasiones hasta nos contrataban. Las canciones que más nos piden son las del Buki, Los Panchos, Los Tres Ases y Los Reyes”.
