EL PAÍS
WASHINGTON, EU.- Días después de que el Departamento de Seguridad Interior hablase de la posibilidad de un atentado de Al Qaeda para “trastornar” la campaña electoral en Estados Unidos, varios congresistas demócratas han puesto en duda la veracidad real de esa alerta y han sugerido una posible motivación política.
Al mismo tiempo, un informe del Congreso critica al Gobierno de George W. Bush por emitir comunicados de alerta carentes de información específica, lo que extiende el temor entre la población pero merma la capacidad de respuesta de las fuerzas de seguridad.
El congresista demócrata Jim Turner, máximo representante de su partido en el comité de Seguridad Interior, es uno de los pocos que, por su cargo, recibe información confidencial del Gobierno de Estados Unidos con datos actualizados de los servicios de inteligencia en la lucha contra el terrorismo. Según Turner, la última alarma del Gobierno sobre la posibilidad de un atentado de Al Qaeda para “trastornar” el proceso electoral en EU “no parece tener fundamento alguno”.
En una sofisticada rueda de prensa la semana pasada, el secretario de Seguridad Interior, Tom Ridge, habló de “informaciones creíbles que sugieren ahora que Al Qaeda avanza en sus planes con llevar a cabo un ataque a gran escala en Estados Unidos en su esfuerzo por alterar el proceso democrático”.
El anuncio de Ridge se formuló justo después que el candidato demócrata a la presidencia, John Kerry, escogiera al senador sureño John Edwards como compañero de cartel, lo que había atraído la atención masiva de los medios de comunicación. Ningún congresista llega tan lejos como para decir que el Gobierno usó el miedo como herramienta electoral, pero algunos empiezan a sugerirlo. El demócrata Robert Wexler fue el que llegó más lejos en el Capitolio: “Este Gobierno tiene un largo historial en el uso de tácticas engañosas en su beneficio político. Uno no puede por menos que preguntarse si su objetivo fue desviar la atención del cartel de Kerry y Edwards en su primera semana juntos”, dijo Wexler.
Turner, después de su último encuentro con los servicios de inteligencia, también aseguró que no hay “ninguna información” sobre la posibilidad de que Al Qaeda quiera llevar a cabo un ataque durante la campaña electoral.
La líder demócrata en el Congreso, Nancy Pelosi, vinculó esas maniobras a la filtración del contacto entre los Departamentos de Seguridad Interior y Justicia para analizar los mecanismos de posible aplazamiento de las elecciones en caso de atentado. “El Departamento de Seguridad Interior no debería meter miedo o inyectar incertidumbre en el proceso electoral”, dijo Pelosi en un comunicado.