“En este país hay un canibalismo en materia política atroz”.
Vicente Fox
Si la publicación del artículo de Sara Silver en el Financial Times del sábado obliga a Marta Sahagún de Fox a publicar los informes financieros auditados de Vamos México y si efectivamente, como afirma la esposa del Presidente, no hay nada turbio en ellos, el resultado habrá sido positivo para la fundación y para la propia Marta.
El artículo Silver no es un mero compendio de calumnias, como argumentó la primera dama en su improvisada conferencia de prensa de este lunes dos de febrero en Los Pinos. Dista mucho de ser un compendio de chismes, como el libro de Olga Wornat, o de recortes de prensa y especulaciones, como el de Rafael Loret de Mola. Su lectura revela un trabajo crítico pero serio.
De hecho, el principal daño a lo largo del trabajo periodístico -como queda claramente de manifiesto en el artículo de Silver— se lo hizo a sí misma la propia Marta. Este afán de mantener secretas las cuentas de una fundación creada al amparo del poder con el supuesto propósito de ayudar a los pobres no puede más que generar sospechas. Por su propia naturaleza, porque la fundación se ha nutrido de la convocatoria de la primera dama y porque tiene evidentemente como funcionarios a personas que reciben un salario del erario, Vamos México debe ser sujeta a una fiscalización tan intensa como la de cualquier oficina pública e incluso más.
En bastante riesgo incurrió Marta Sahagún al crear una fundación de este tipo en lugar de aprovechar las instituciones gubernamentales para llevar a cabo su labor filantrópica. En el mejor de los casos sus acciones habrían generado cuestionamientos. Sin embargo, el hecho de que las cuentas de la fundación no sean públicas y las que hay sean cuestionables, añade un elemento adicional de sospecha.
Lo más lógico es que la esposa del Presidente hubiera desmentido ayer las afirmaciones de Silver de que no hay informes auditados completos de la institución simplemente señalando la página de Internet en que éstos se encuentran o repartiendo copias de los documentos a los reporteros que este lunes estuvieron presentes en los jardines de Los Pinos para escuchar su conferencia. Su afirmación de que los informes auditados por KPMG se darán a conocer en el futuro no tuvo por supuesto el mismo impacto. La verdad es que no hay razón para que, en febrero de 2004, no se tengan a la mano los informes auditados completos de 2002 y también los de 2003 aunque estén sin auditar.
Silver, la corresponsal del Financial Times, ha sido muy discreta al mencionar los aparentes intentos de la señora Fox para influir sobre el periódico para que éste no publicara el artículo que ella preparaba. El largo período transcurrido en la elaboración de la pieza sugiere por lo menos que los editores del Financial Times actuaron con cautela y quizá sometieron el trabajo de Silver a una revisión más intensa de lo normal. El artículo, sin embargo, parece estar muy bien hecho. A Marta y a la fundación Vamos México se les dio toda la posibilidad de responder y de aclarar dudas. Pero la esposa del Presidente prefirió escudarse en la vieja política del sigilo contra la cual su propio esposo luchó políticamente durante tantos años.
El presidente Vicente Fox ha salido a la defensa de su esposa. Lo entiendo y, más aún, lo comprendo. Sin embargo, su argumento de que Marta está siendo objeto de embestidas por tratar de “hacer el bien” no tiene ya mucho sentido. Quizá lo tuvo cuando las críticas tenían que ver con el alto perfil o las declaraciones políticas de la primera dama o cuando sugerían que una esposa de un presidente no debe meterse en política. Pero una cosa muy distinta es un artículo hecho con todo cuidado que muestra que Vamos México o está dando una cantidad muy pequeña de su recaudación a los pobres o tiene una contabilidad francamente desastrosa.
En este momento lo mejor que le podría pasarles a Marta y a la fundación es que en unos cuantos días, con suficiente prontitud para que no se piense que se han cocinado los libros, se presenten los informes detallados y auditados de todos los ingresos y gastos de Vamos México. Sólo eso le permitirá a Marta seguir sosteniendo que los ataques que se le han hecho son calumnias. En caso contrario las dudas y los cuestionamientos continuarán. Y no tendrán nada de injustos.
Medel
Si realmente José Medel es desplazado del Sindicato Único de Trabajadores del Gobierno del Distrito Federal, esto sería un enorme triunfo para el movimiento sindical libre de nuestro país. Medel es uno de los ejemplos más notables de la corrupción en los sindicatos mexicanos. Es este sistema el que ha hecho que tengamos trabajadores pobres y líderes millonarios.
Correo electrónico:
sergiosarmiento@todito.com
