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NUEVA YORK, EU.- Familiares de las víctimas de los atentados del 11 de septiembre de 2001 mostraron enojo ayer con los primeros anuncios de la campaña electoral del presidente George W. Bush, que usan las ruinas del World Trade Center para mostrarlo como el líder idóneo en momentos difíciles.
“Las familias están enfurecidas”, dijo Bill Doyle, de 57 años, quien se encuentra activo en varios grupos de familiares de las víctimas. “Pienso que es de mal gusto que el Presidente esté tratando de usar el 11 de septiembre como trampolín para su reelección”.
“Es completamente errado. Él tuvo 3,500 muertes bajo su mandato, incluyendo los de Irak”, dijo Doyle, cuyo hijo Joseph, de 25 años, murió cuando las Torres Gemelas se derrumbaron tras ser impactadas por aviones comerciales secuestrados.
Karen Hughes, asesora de Bush durante largo tiempo, defendió los cuatro comerciales —que comenzaron a trasmitirse ayer en al menos 16 importantes estados— como “hechos con delicadeza”.
“El 11 de septiembre no es un suceso distante en el pasado”, dijo Hughes a la cadena estadounidense ABC.
“Fue un suceso de definición para nuestro futuro y es importante que hayamos aprendido las lecciones de ese día. Todos sentimos profundamente esa tragedia pero también es importante reconocer el impacto que tuvo en nuestra política pública nacional”, dijo.
Dos anuncios se refieren a los atentados con aviones secuestrados, uno muestra las ruinas del World Trade Center detrás de una bandera estadounidense y otro a los bomberos sacando restos humanos envueltos en la bandera.
Ron Willett dijo que se sintió disgustado cuando vio los anuncios. Willett, quien perdió a su hijo de 29 años, John Charles, en el World Trade Center, dijo que estaba tan disgustado que “Votaría por Saddam Hussein antes de votar por Bush”.
“Creo que esto es una atrocidad”, agregó su esposa, Lucy. “No se le debería permitir que usara esas imágenes en lo absoluto”.
Los republicanos realizan su convención política en Nueva York a fines de agosto y los familiares de las víctimas dicen que esperan que Bush no empeore las cosas hablando en el sitio conocido como “Zona Cero” —donde antes se alzaban las Torres Gemelas— y que muchos consideran sagrado.
“Si lo hace, habrá una protesta y podría ponerse fea”, dijo Doyle. Varios familiares dijeron que su molestia emanaba en parte de la renuencia de Bush a testificar públicamente ante la comisión federal que investiga los atentados del 11 de septiembre de 2001.
“El Gobierno de Bush no cooperará íntegramente con la comisión del 11 de septiembre y al mismo tiempo están tratando de invocar y apropiarse del 11 de septiembre y usarlo para su reelección”, dijo Stephen Push de la asociación “Familias del 11 de septiembre”.
El alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, dijo que no tenía objeciones y no todos los familiares estaban molestos por los anuncios. “No me molesta que se apunte a su liderazgo en ese momento.
Él nos ayudó a enfrentar la situación. Para mí fue un anuncio de buen gusto”, opinó Patricia Reilly, que perdió a su hermana en los atentados.