A Cien por Hora...
BANDERAZO DE SALIDA.- En Laguna Beach, California, en una casa de ocho habitaciones, un amplio jardín y una alberca rodeada de hibiscus y magnolias, vive una mujer extraña... Quienes la conocieron allí y hablaron con ella dicen que tenía las maneras de Greta Garbo y la voz grave y sensual de Lauren Bacall... Era una mujer que hablaba poco de si misma y lo único que confesaba es que estuvo casada una vez y que fue muy feliz. Siempre ha vivido con comodidades gracias a la herencia que le dejaron sus padres y a las rentas que le producen dos condominios que le regaló un admirador, y con lo que ha ganado por escribir su autobiografía y por aceptar que fuera llevada al cine... Pero esa dama misteriosa no es completamente feliz porque no puede olvidar su pasado. Un pasado que le recuerda que, aunque ahora se llama Christine Jorgensen, hace 35 años se llamaba George Jorgensen, y era un hombre.
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CURVA PELIGROSA.- La historia de George Jorgensen acaparó la atención mundial en aquellos lejanos años cuando se informó que era el primer hombre que se sometía a una intervención quirúrgica para cambiar de sexo y convertirse en mujer... George había sido un estudiante aplicado, un joven de complexión delicada y un soldado que no podía evitar ruborizarse ante la vida tosca y grosera en el dormitorio del cuartel. No era un homosexual declarado, pero luchaba contra la atracción que sentía hacia algunos de sus compañeros... ?Hubiera sido muy fácil acercarme a cualquiera de ellos y convertirme en un homosexual? dijo en su libro, ?pero yo sabía que si lo hacía estaría traicionando mi otra naturaleza?. Y un día, decidido a todo, acudió a la Universidad de Copenhague y se puso en manos de los especialistas en genética. La conclusión de los científicos fue definitiva: Tenía todos los atributos femeninos y sólo necesitaba el impulso para que funcionaran ciertas glándulas. Una operación suprimiría el sexo masculino y otra haría aflorar el femenino.
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RECTA FINAL.- George Jorgensen aceptó la decisión de los científicos y toda la prensa mundial siguió paso a paso el tratamiento y las intervenciones quirúrgicas a que fue sometido... Cuando al fin se recuperó totalmente ya no era George, sino Christina Jorgensen, una mujer delgada de buena figura y física, síquica y fisiológicamente femenina... Pero no la dejaron tranquila y con ofertas tentadoras de dinero fue cantante, bailarina y artista de cine... Ella lo cuenta así en su libro: ?Los hombres se acercaban a mi con una extraña y morbosa atracción y curiosidad. Querían darse cuenta de todo. Las mujeres también sentían una curiosidad malsana por mi. Muchas me hicieron proposiciones descaradas y otras me abrazaban y toqueteaban por todas partes?.
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META.- Agrega: ?Acepté casarme con un hombre que me conoció antes de mis operaciones y que era un excelente amigo. Más tarde me confesó que siempre había pensado que yo era homosexual porque yo tenía toda la ternura y los sentimientos de una mujer?. Su esposo, sin embargo, murió pocos años después y ella decidió no volver a casarse jamás. Su fortuna está calculada en seis millones de dólares y vive sola con una sirvienta y un jardinero. Tiene varios matrimonios amigos con los que se reúne de vez en cuando, y le encanta jugar bridge. Su vida se desliza tranquilamente y quien no conozca su historia quedará encantado con esa dama de edad madura, dulce y tranquila, siempre sonriente, que gusta usar vestidos floreados y que cultiva con cuidado y esmero su jardín lleno de flores.