BANDERAZO DE SALIDA.- ¿Se acuerda usted de los años en que todavía no llegaba la televisión a nuestros países iberoamericanos? Fue hace mucho tiempo y algunos lectores quizá no habían nacido aún, pero es interesante y grato recordar algunos detalles de aquella época... Lo más que se escuchaba era a través de radios marca Pilot de onda corta. Eran de bulbos pues aún no se inventaban los transistores y por ello se descomponían con frecuencia... Casi siempre se trataba de algún bulbo que se fundía, pero a veces era un daño mayor y todos los vecinos lo llevaban a reparar a los talleres especializados en radios, que ya no existen... Era común que se instalara una antena en la azotea de la casa y gracias a ella se podía escuchar con claridad estaciones del sur de Estados Unidos, Cuba y España. Una de las mejores era la CMQ de La Habana con sus programas musicales con la orquesta Casino de la Playa y su serie de aventuras con un personaje invencible llamado Tamacún.
CURVA PELIGROSA.- De Cuba llegaban olorosos puros, el auténtico ron cubano y las revistas Carteles y Bohemia con las novedades de la isla antillana... En aquellos viejos radios se escucharon algunas de las grandes peleas de Joe Louis, los juegos de beisbol entre los eternos rivales Yanquis de Nueva York y Dodgers de Brooklyn, las voces arrulladoras de Frank Sinatra en vivo, de Perry Como, Doris Day, Bing Crosby, y las orquestas de Tommy Dorsey, Guy Lombardo y Glenn Miller. Eran los años del final de la Segunda Guerra Mundial cuando había simulacros de defensa en todo el país y los jefes de manzana recorrían de noche las casas pidiendo que se apagaran todas las luces en prevención de algún ataque aéreo de las Fuerzas del Eje.
RECTA FINAL.- En Hollywood triunfaban Dolores el Río, Lupe Vélez, Arturo de Córdoba, quien filmó la memorable película ¿Por quién doblan las campanas?, junto a Gary Cooper. Fue la época triunfal de otros artistas latinos: Carmen Miranda, Xavier Cugat, Rodolfo Valentino... Fue una época bonita cuando se fumaban cigarrillos Embajadores y Elegantes, con boquilla de ámbar, y el lema del popular habanero Ripoll era ?De los astros el sol, de los habaneros Ripoll?... Entonces, sin el desparpajo de las chicas de ahora que van a la farmacia a comprar medicinas ?para esos días? y condones ?para los otros días?, las muchachas de aquellos años iban a la farmacia y pedían con disimulo y rubor un frasco del Compuesto de Lidia Pinkam. Entonces no existía la palabra condón.
META.- Y de pronto, llegó la televisión... La gente con más posibilidades económicas compraba los primeros aparatos de TV y muchos vecinos iban en la noche a ver los primeros programas que se transmitían, muy improvisados, de corta duración y dentro de un horario limitado... Al mismo tiempo, el ingenio de los comerciantes ideó las rockolas-TV. Eran las mismas rockolas con discos a las que había que depositar una moneda y seleccionar la melodía que se deseaba escuchar, pero al nuevo aparato se le adaptó un monitor en el que, al seleccionar un disco, la pantalla se encendía y aparecía la cantante que interpretaba la canción que se había escogido o una pareja bailando la música seleccionada... Sí. Aquéllos fueron buenos años que muchos lectores recordarán con nostalgia y otros, más jóvenes, verán sólo como algo curioso y muy lejano. ?Pura historia?, dirán.
