BANDERAZO DE SALIDA.- Mientras un hombre tiene mamá, no deja de ser niño, escribió James Michener. * Según damas muy entendidas, cuando se ofrece una cena en casa sólo debe servirse una o dos copas como aperitivo, pero nada de botana. Y agregan que la hora ideal para sentarse a la mesa son las nueve de la noche. * Aunque no es un dato oficial, se calcula que el cincuenta por ciento de los maridos latinoamericanos engañan sus esposas y que, de la otra mitad, la mayoría han tenido o tendrán aventuras fugaces. El otro veinte por ciento o tienen traumas o están reprimidos religiosamente, o son muy viejos. * ¿Quiere usted una mascarilla hidratante efectiva, nada cara y novedosa? Pues Raquel Welch se la ofrece: Deshaga un plátano y agréguele dos cucharadas de yogurt. Aplíquese la mezcla y repose veinte minutos. Da mejores resultados si lo hace después de haberse expuesto al sol.
CURVA PELIGROSA.- A las mujeres interesadas en cuestiones de liberación femenina, les gustará saber lo que la escritora argentina Esther Vilar, autora del best seller El Varón Domado opina al respecto: "La mujer es un ser humano que, en general, no hace nada, no piensa en nada, pero que ordena lo que ella quiere que el hombre haga... Que los hombres son tan inocentes que no tienen idea de que viven domados por la mujer... Que el hombre es un ser que trabaja porque tiene que hacerlo, porque así fue amaestrado y porque sólo así se siente feliz... Que los hombres quieren ser libres. Hablan mucho de libertad, pero en el fondo le tienen miedo... Que la escala de valores de los hombres, desde pequeños, fue hecha por una mujer (su madre), por lo que siempre necesitan a una mujer que represente esa misma escala de valores, que constantemente les diga si se están portando bien o mal, si son verdaderos hombres o no lo son.
RECTA FINAL.- Que los hombres, por lo mismo, siempre elegirán a las mujeres que les brinden seguridad, esa falta de libertad, esa esclavitud que ellos quieren... La mujer y el hombre nacen básicamente con la misma inteligencia, sólo que la mujer puede permitirse el lujo de no ser inteligente, mientras que el varón tiene que desarrollar su capacidad intelectual para poder trabajar... Para el hombre lo más importante es ganar dinero para tener una mujer (o muchas), dependiendo del tipo de hombre que sea... Al hombre, la mujer lo doma por el elogio (¡Eres tan fantástico!, ¡sabes hacer tan bien las cosas!), por las lágrimas, por la conveniencia, por los hijos, por la imposición, por la costumbre, por el carácter... El hombre es el resultado del dominio femenino, mientras que la mujer es producto de la doma femenina; pero ella domada a su propio favor y él en su contra; es decir, que el hombre es siempre quien pierde y la mujer la que gana.
META.- Cuando el hombre se enamora y se casa, finaliza la escritora argentina, tiene que trabajar no sólo para sí mismo, sino para la esposa y los hijos. En cambio, cuando la mujer se enamora y se casa puede, por lo general, dejar de trabajar y de tener responsabilidades. Hace algo a veces, pero muy poco. * En el viejo Chicago, según una crónica antigua, los gángsters gustaban tomar copas preparadas así: en un vaso con hielo una medida de whisky y otra de vermut y agua de soda para llenar. Solían agregar una corteza de limón. * Un nuevo libro sobre la Alemania de Hitler afirma que Hermann Goering, jefe de la fuerza aérea, era morfinómano, y que el Fuher lo sabía.
