AGENCIAS
BUENOS AIRES, ARGENTINA.- Tras el lúgubre sonido de una sirena, miles de personas iniciaron ayer la remembranza del décimo aniversario del mortífero atentado antisemita que demolió la mutual judía AMIA, causando la muerte de 85 personas y heridas a 360.
La comunidad judía argentina rindió ayer un doloroso homenaje a los supervivientes y reclamó el esclarecimiento del atentado perpetrado el 18 de julio de 1994, familiares y amigos de las víctimas del atentado, del que aún no se han encontrado a los responsables, asistieron ayer al acto central en el que participó el presidente argentino, Néstor Kirchner; su esposa, la senadora Cristina Fernández y autoridades del Comité Judío Americano.
Las organizaciones judías en Argentina y allegados a las víctimas reclamaron al Mandatario avanzar en la investigación para aclarar el brutal ataque y acusaron al ex presidente Carlos Menem (1989-1999) de permitir a la Secretaría de Inteligencia del Estado (Side) que continúe “impune” el ataque diez años después de perpetrado.
Kirchner manifestó al retirarse del acto, al que asistieron miles de personas, que “la impunidad” de los autores de la voladura de la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), “fue tan grave como el atentado”, que se sumó al ataque terrorista perpetrado a la Embajada de Israel el 17 de marzo de 1992, en el que murieron 29 personas.
El Gobernante argentino escuchó los discursos y reclamos de representantes de la comunidad judía debajo del palco de autoridades, mezclado entre los familiares de las víctimas, que no dejaban de reflejar el dolor en sus caras.
“Queremos ayudar a la comunidad judía y a la Nación argentina a esclarecer este atentado y el que sufrió la Embajada de Israel. Estamos tratando de hacer cambios”, afirmó el Mandatario en nombre del Gobierno.
El acto comenzó con el ulular de una sirena a las 9:53 horas local, la hora en que explotó el coche bomba frente a la AMIA un día como ayer en 1994 y posteriormente, se guardó un minuto de silencio, se encendieron velas y se depositaron rosas en el lugar por cada una de las víctimas.
En su discurso, el presidente de la AMIA, Abraham Kaul, reclamó a Kirchner que “no se apague la vela de esperanza” que se encendió a partir de su administración para esclarecer el ataque.
“La justicia argentina está muerta”, enfatizó Kaul y acusó a la Side de no saber prevenir el atentado; a Menem, por no interesarle la investigación; a la policía, de “destruir” casetes necesarios para el esclarecimiento y al gobierno de Irán, por haber sido “base de operaciones desde donde se comandó el atentado”.
También criticó a los Gobiernos de Suiza por “mantener el secreto de las cuentas bancarias” cuando precisaban datos para la investigación y al Gobierno británico por “liberar al ex embajador iraní en Argentina Hadi Soleimanpour”, sospechoso de participar en la preparación del atentado.
El titular del consejo federal de la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentina (DAIA), Jaime Salomón, advirtió que “el Estado nacional debe dar cuenta todos los días de lo que hace y deja de hacer” en la investigación por la causa AMIA.
Salomón también cuestionó severamente al juez federal Juan José Galeano, apartado de la causa y le exigió a los magistrados que llevan adelante el juicio oral que condenen a los policías bonaerenses que están detenidos por su participación local en el ataque terrorista.
Familiares y amigos de las víctimas calificaron de “inoperantes, distraídos y rayanos con la complicidad” a los servicios de información argentinos y de “obsecuentes” a algunos dirigentes de la comunidad judía en el país latinoamericano.
Por su parte, el ministro argentino de Justicia, Gustavo Beliz, aseveró que el atentado “es un paradigma de la impunidad” en Argentina, mientras que su colega de Planificación, Julio De Vido, prometió que el Kirchner pondrá “empeño” para que se profundice la causa.
El jefe de Gobierno porteño, Aníbal Ibarra, afirmó que Argentina padece “soledad internacional” ya que, “para algunos, el terrorismo empezó hace poco”.
“En estos diez años el Estado había aparecido con una suerte de cómplice” por la falta de investigación, subrayó por su parte el ministro argentino del Interior, Aníbal Fernández, sobre el peor atentado sufrido hasta la fecha en Argentina y aún por aclarar.
