EFE
Los Ángeles, EU.- Una fallida operación de garganta le robó a la actriz Julie Andrews su voz para el canto, pero no el talento que ahora destila en una nueva película, Shrek 2 y un nuevo libro infantil, Dragón.
“Está siendo un año maravilloso”, confirmó una exultante Andrews, que a sus 68 años tiene más razones para la alegría.
Nombrada embajadora de las celebraciones del 50 aniversario de Disneylandia, Andrews tiene otro acontecimiento que festejar con la llegada al mundo esta semana de un nuevo nieto.
Y además, está la salida al mercado de un DVD con la edición especial de Mary Poppins, uno de los clásicos de su carrera musical que ahora será llevado al teatro primero en Londres y luego en Broadway.
“Me siento increíblemente afortunada y nunca me hubiera imaginado que tendría tanto ajetreo después de lo que pasó”, comenta esta dama del cine y del teatro nacida en Gran Bretaña en 1935.
“Lo que pasó” resume para Andrews una operación de garganta a la que se sometió en 1998 y que por error médico la privó de una voz nacida para cantar.
Una compensación millonaria no pudo evitar la depresión en la que se vio sumida esta intérprete británica cuya voz está unida para siempre a las canciones de Mary Poppins y Sonrisas y Lágrimas, en el cine, o My Fair Lady y Camelot en el teatro.
“Aún hoy te puedes imaginar cómo me siento cuando me tengo que retirar del escenario para dejar cantar a otros”, admite la estrella bajando la mirada.
Andrews quiso aclarar que pese a las informaciones que han anunciado su regreso a la canción en su futuro estreno de Princess Diaries 2, las noticias son algo exageradas.
“Mi voz casi no existe y lo que hago es recitar parte de una canción que luego otros continúan”, explica con tono firme.
Sin embargo es su voz la que cautivará a una nueva generación de niños gracias a su trabajo en Shrek 2, película de animación centrada en un mundo de cuentos de hadas algo peculiar.
Andrews interpreta con su voz el papel de la reina Lillian, la madre de la princesa Fiona (Cameron Díaz), que sólo desea lo mejor para su hija incluso si se trata de un ogro como Shrek (Mike Myers).
“Nadie refleja la realeza de un cuento de hadas como Julie Andrews”, describió adulador el productor ejecutivo de esta cinta y parte de los estudios DreamWorks, Jeffrey Katzenberg.
La actriz también se ha sentido adulada en la compañía de actores como John Cleese (como padre de Fiona) y Antonio Banderas (el Gato con Botas), haciendo realidad un cuento de hadas que, como bromea, “tiene ese extraño sentido del humor propio de los británicos”.
El mismo espíritu de madre que domina al personaje de la reina Lillian es el que llevó a Andrews a pasarse al campo de la literatura infantil, donde hoy saca a la venta un nuevo libro.
“Todo comenzó en los años 70, cuando mi hija mayor me dijo que le escribiera un cuento”, recuerda ahora de una carrera con más de diez libros infantiles.
Fue una petición a la que se dedicó con empeño como forma de establecer una vía de comunicación con Jennifer y Geoffrey, los hijos de Blake Edwards a los que adoptó al contraer matrimonio en 1969 con el realizador de La Pantera Rosa.
Desde entonces, Andrews cuenta con cinco hijos, sumando su hija Emma Watson, de su primer matrimonio y Amy y Joanna, vietnamitas adoptadas junto a Edwards.
Una familia numerosa a la que se han sumado siete nietos incluido esta semana el nacimiento de un nuevo miembro del clan, el pequeño Henry.
“Son una bendición en general y una pesadilla cuando llegan las Navidades”, afirma una risueña y orgullosa abuela. Al menos este último nieto ha llegado con un libro debajo del brazo con el que Julie Edwards, el nombre de esta actriz cuando se transforma en escritora, espera repetir el éxito que obtuvo con The Last of the Really Great Whangdooles.
“Escribo a mano y cuando puedo, pero, ¿quién sabe? Quizá mis cuentos acaben convertidos en películas de animación”, añade con modestia una autora que en la pantalla, los libros o la realidad no consigue apartarse de la infancia, incluso con la voz rota.