Laguneras de corazón y de nacimiento, cambiaron su residencia para vivir junto a sus esposos extranjeros
EL SIGLO DE TORREÓN
Sus vidas estaban destinadas el uno para el otro, sus raíces, completamente distintas y sus corazones unidos por un solo sentimiento... el amor.
Valientes y decididas a dejar su terruño para unir su vida a la del ser amado, cinco chicas laguneras cambiaron su residencia a miles de kilómetros de aquí; tal vez no fue nada fácil, pero el amor que embargaba sus corazones y el de sus ahora maridos logró que todo fuera demasiado fácil. Ahora ellas viven muy felices.
Jossie Leal de Lapidot, Vickie Askins de Masieri, Sandra Meléndez de Nishizaki, Gabriela Pacheco de Lougheed y Magda Cornejo de Campello, nos cuentan cómo conocieron a sus esposos y la manera en que les pidieron matrimonio.
Empecemos... Jossie Leal conoció a Itamar en la ciudad de Tampa, Florida, en la boda de Noam Egosi y Mariana Barraza. La ceremonia y el festejo nupcial se celebró en un barco. Durante la cena que se efectuó en el primer piso del barco, Itamar se fijó en una bella morena alta y atractiva -Jossie- quien realmente llamó su atención, tan pronto como pudo se acercó a ella y le preguntó su nombre.
Después de una agradable charla, ambos se intercambiaron correos electrónicos. El tiempo transcurrió e Itamar determinó que deseaba pasar el resto de su vida con Jossie, entonces el 14 de febrero de 2003 el pretendiente viajó de Miami a la ciudad de Monterrey, donde Jossie radicaba y estudiaba a la vez la profesión de médico. La invitó a cenar a un restaurante italiano, al que la llevó en una elegante limosina. En ese lugar y después de comer, el apuesto chico, algo nervioso, sacó el anillo y se arrodilló, miró a los ojos a Jossie y le dijo ?¿Te quieres casar conmigo y hacerme el hombre más feliz del mundo?? Su boda, que por cierto fue judía, se llevó a cabo el pasado 31de agosto.
Magda Cornejo de Campello conoció a su ?media naranja? en el año de 1998, cuando estaba estudiando su maestría en Alicante, España. En la universidad vio a su esposo, Francisco Campello Quirant, pues era su profesor. Tiempo más tarde se hicieron novios y antes de que ella regresara a Torreón, él le pidió matrimonio porque no podía imaginar el vivir separados. Todo fue muy rápido y el 27 de marzo del siguiente año se casaron en esta ciudad. Magda y Francisco van a cumplir cinco años de casados y en el mes de agosto nacerá su primer bebé.
Otra de las parejas de quien hablaremos, es de Sandra Meléndez e Hidetoshi Nishizahi. Ellos se toparon por primera vez en un hotel de Monterrey. Él soñaba desde pequeño en casarse con una mexicana y ella siempre se había interesado en la cultura japonesa. Después de intercambiar algunas palabras a señas, se pasaron sus correos y así duraron cuatro años, hasta que un día él vino a visitarla y a pedir su mano. Hidetoshi tuvo la fortuna de simpatizarle a la familia de su novia, quien le dio el sí pero con la condición de conocer a sus padres. Entonces los señores Meléndez viajaron junto con Sandra a Japón y conocieron a la familia del joven. La petición de mano se llevó a cabo en un barrio exclusivo de Tokio, Japón llamado Ginza, ahí Hidetoshi entregó el anillo de compromiso. La pareja finalmente contrajo matrimonio en el año 2002 y desde entonces son muy felices.
Gaby Pacheco por mucho tiempo fue sobrecargo de conocida aerolínea, viajó por muchos lugares del mundo, pero fue en Cozumel, Quintana Roo, en donde conoció a su amado güerito Roy Lougheed, originario de Canadá quien disfrutaba de unas vacaciones. En sus viajes por aquel país del norte Gabriela y Roy se veían y ahí se hicieron novios.
Cuando el simpático joven se decidió a pedir la mano de Gaby, primero habló por teléfono con el papá de la novia, cosa que se tornó muy divertida porque el señor no sabe hablar inglés. Entre que entendía una palabra y otra, le dio el sí, entonces al tener la autorización Roy le pidió matrimonio y le dio el anillo a su novia. La pareja contrajo nupcias el ocho de febrero de 2003 y fijó su residencia en Toronto, Canadá.
Por último Vickie y Cosimo Masieri se conocieron en Italia. Ella estudiaba en aquel país europeo y ahí ocurrió el flechazo que hasta ahora los mantiene bien unidos y enamorados. Recientemente celebraron su segundo aniversario matrimonial, su hogar lo establecieron en Florencia, Italia.