EL SIGLO DE TORREÓN
GÓMEZ PALACIO, DGO.- Luis Alberto Ibarra Hernández tiene 19 años, pese a su discapacidad auditiva labora desde hace tiempo en una imprenta ubicada en la colonia Santa Rosa de esta ciudad. Jesús Armando Montelongo, de 18 años también trabaja ahí aunque tiene problemas de aprendizaje.
Ambos egresaron del Centro de Integración Laboral (CIL) ubicado en avenida Victoria y Austria. La directora de este lugar, María Concepción Valenzuela, indica que las clases empezaron el 18 de agosto, conforme al ciclo escolar que marca la Secretaría de Educación Pública.
Los talleres de belleza, corte y confección, serigrafía, ayudante general, panadería, cocina y elaboración de macetas tipo cantera, están formados en su mayoría, por personas que presentan algún tipo de discapacidad auditiva, intelectual, verbal y motora.
El objetivo de estos talleres es el de integrarlos al mundo productivo. La directora del CIL dice que como el caso de Luis Alberto y Jesús Armando, se puede presentar nuevamente, pero reconoció que no todos los que se están capacitando pueden ser empleados, la razón es porque aún falta mayor cultura en la sociedad y ámbito productivo para ocupar a este tipo de personas.
“Algunos de ellos han sido contratados porque sí existe cierta apertura, pero como se manejan con sillas de ruedas, muletas o manifiestan una incapacidad, cuando se presentan los recortes son a los primeros que desocupan, por eso la idea de que aprendan un oficio y puedan vender los productos que elaboran para su sostenimiento”, indica.
Comentó que los chicos que tienen marcada discapacidad, entran a los talleres protegidos con un tutor que los apoya a lo largo del aprendizaje. Como no pueden ser empleados en una empresa, su guía se esfuerza porque aprendan las técnicas que ahí se les enseñan.
Indica que cuando el joven entra de 14 años, está muy temeroso y necesita mayor apoyo. No saben llegar solos al centro, porque nunca se les socializó, por lo que este tipo de instituciones sirven para lograr su desarrollo motor, intelectual y laboral.
Explica que el CIL trabaja a la par con el Centro de Rehabilitación Especial (CREE) que se localiza entre las avenidas Morelos y Victoria. Ahí entran hasta de 45 días de nacidos y permanecen hasta los 14 años, que es cuando concluyen su primaria especial.
De ahí brincan al CIL para capacitarse en los talleres referidos. La directora de este centro hace una invitación para que aquellas familias que tienen o sepan de una persona con alguna discapacidad, los canalicen a este lugar.
