EL SIGLO DE TORREÓN
Torreón, Coah.- Cansado, solo y sin dinero, en una tierra extraña para él, Melvin Giovanni Garnica decidió dejar para después su anhelado sueño de llegar a Estados Unidos y prefirió entregarse a las autoridades mexicanas para que lo deportaran a su país: Honduras.
Con 22 días de haber dejado su terruño, luego que pasó la frontera de Guatemala- México, burlando a los agentes de Migración, Melvin Giovanni, cruzó gran parte del territorio mexicano a bordo del ferrocarril.
Hasta hace unos días lo acompañaba otra persona que en determinado momento lo dejó para ir a otra ciudad, el hondureño se quedó solo y aunque nunca le faltó dinero para comprar algo de comer, la soledad lo embargaba.
La melancolía también hizo lo suyo y con frecuencia recordaba la tierra que lo vio nacer y crecer, por lo que no pocas veces despertaba embargado por esas añoranzas que en cada día que pasaba solo las tenía más presentes.
Su buena suerte le ayudó a que nunca se encontró con malos servidores públicos que le quitaran lo poco que llevaba, pero al llegar a esta ciudad, a tan sólo un día de alcanzar su sueño dorado de estar en Estados Unidos, tomó una decisión que quizás fue la más dura de su vida. Se entregó a las autoridades torreonenses.
En un alarde de valentía y seguridad de sí mismo, Melvin Giovanni Garnica, de 21 años de edad, arribó por su propio pie al Tribunal de Justicia Municipal, donde buscó al juez calificador para ponerse a su disposición, pues deseaba con fervor que lo deportaran a su natal Honduras.
En esos momentos, el azar quiso que el mencionado funcionario estuviera ocupado por lo que recurrió a los medios de comunicación que ahí estaban y les expuso su problema.
Instantes después, el Juez Calificador tomo conocimiento de lo anterior y dispuso que lo trasladaran a una de las celdas de la ergástula municipal para enseguida dar parte a las autoridades de Migración y de esta manera deportar a quien por 22 días deseó alcanzar el ?sueño americano?.