El número de norteamericanos muertos en la nación árabe supera el millar.
EFE
BAGDAD, IRAK.- La violencia en Irak se cobró la vida de ocho iraquíes y de un soldado estadounidense, cuyo Ejército supera ya el millar de bajas, mientras las Organizaciones No Gubernamentales (ONG’s) han anunciado su intención de abandonar el país tras el secuestro de dos cooperantes italianas.
En la ciudad rebelde de Fallujah, al menos seis iraquíes murieron y otros 24 resultaron heridos en bombardeos aéreos estadounidenses contra supuestos escondites de insurgentes iraquíes, informaron fuentes médicas.
Según el relato de los testigos, fuertes explosiones se escucharon por la mañana en varios puntos de la conflictiva ciudad, ubicada a unos 50 kilómetros al oeste de Bagdad.
El mando militar de Estados Unidos (EU) en Bagdad confirmó el bombardeo y explicó, a través de un comunicado, que el objetivo era “una base de operaciones y control creada recientemente para coordinar los ataquEes” contra las fuerzas de la Coalición.
La nota no especificó si se registraron víctimas, pero fuentes médicas en Fallujah indicaron que habían recibido seis cuerpos sin vida y a 24 personas heridas.
Las autoridades estadounidenses aseguran que en esta ciudad de mayoría suní, también atacada el martes, se esconden los milicianos radicales fieles al grupo del jordano Abu Musab al Zarqawi, al que Washington acusa de ser el cabecilla de la red terrorista Al Qaeda en Irak.
Mientras tanto, en la ciudad de Mosul, 370 kilómetros al norte de Bagdad, la resistencia atacó a Hisham al Hamdani, uno los miembros del Consejo Provincial, quien resultó herido de bala en el pecho.
“Varios desconocidos abrieron fuego contra su coche hiriéndole en el pecho y matando a dos de sus guardaespaldas”, declaró Hasem Kalaui, responsable de información de la Gobernación de Mosul.
Se da la circunstancia de que otros dos hermanos de Hamdani han muerto asesinados en los últimos tres meses.
Más al este, en la ciudad de septentrional de Kirkuk, pistoleros atacaron a Horman Ali Osman, responsable de los servicios de espionaje e Información del Partido Democrático del Kurdistán (PDK), cuando se dirigía a su oficina.
Según la policía de Kirkuk, durante el tiroteo entre los agresores y los guardaespaldas de Osman, un guardia y uno de los atacantes resultaron heridos.
Un portavoz de las fuerzas policiales aseguró que el herido pertenece al grupo radical islámico “Ansar al Islam”, relacionado con la red terrorista internacional “Al Qaeda”.
En Bagdad, un soldado norteamericano murió y otros dos resultaron heridos a primera hora de la tarde a causa de la explosión de una bomba de fabricación casera en el suburbio shii de Ciudad Al Sadr, al este de la capital.
Con esa muerte el número de norteamericanos muertos supera el millar, tres de ellos civiles, en acciones de combate desde el inicio e la invasión de Irak en marzo de 2003.
En mayo de 2003, el presidente de EU, George W. Bush, declaró el fin de la guerra contra el país, y desde entonces, 1,002 militares han perdido la vida en operaciones de combate.
Por otra parte, el secuestro de dos cooperantes italianas ha causado un negativo efecto en la mayoría de las organizaciones humanitarias que trabajan en Irak, que ayer anunciaron su intención de abandonar este país.
Un cooperante español que por motivos de seguridad prefirió no identificarse, confirmó en Bagdad que “después de los sucedido el martes” ya se ha dispuesto todo para cerrar el proyecto y salir de territorio iraquí “en días, lo más pronto posible”.
El coordinador general de las ONG’s en Bagdad, Jean Dominique Bunel, afirmó ayer que la mayoría de las organizaciones internacionales han decidido adoptar la misma medida. Dos ciudadanas italianas y dos empleados iraquíes fueron raptados el martes cuando trabajaban en la sede que la ONG “Un Puente para Bagdad” tiene abierta en la capital.
Al parecer, una veintena de desconocidos penetraron en las oficinas de la organización y se llevaron por la fuerza a Simona Pari y Simona Torretta, sin que hasta el momento ninguna facción de la insurgencia se haya responsabilizado de su secuestro ni haya realizado exigencia alguna para su liberación.
El portavoz del Ministerio iraquí de Interior, Sabah Kadem, expresó ayer la preocupación del Gobierno interino y señaló que el secuestro de las dos cooperantes italianas es un “paso peligroso” al que el Gabinete de transición concede “una gran importancia”.
Las ONG’s habían comenzado a regresar a Bagdad en los últimos meses tras la salida masiva ocurrida en octubre del año pasado, días después de que los insurgentes lanzaran un coche bomba contra la sede del Comité Internacional de la Cruz Roja en la capital, que mató a una decena de personas.
Claman por su libertad
Centenares de personas se manifestaron ayer en diversas ciudades de Italia para pedir la libertad de las dos cooperantes italianas secuestradas el martes en Bagdad, junto a dos colaboradores iraquíes.
Tanto en Roma como en Milán y Nápoles se sucedieron por la tarde concentraciones promovidas por el Comité “Paremos la guerra” y por la ONG “Un puente para Bagdad”, a la que pertenecen las dos jóvenes, Simona Torreta y Simona Pari, ambas de 29 años.
En el llamamiento lanzado por esta asociación humanitaria, que se ha manifestado reiteradamente contra la guerra, se clama por la libertad de las secuestradas y se pide a sus captores que reparen en “el daño que están causando a la paz y al propio pueblo iraquí”.
El manifiesto recuerda la posición de la comunidad islámica en Italia, crítica con el secuestro y demanda a los secuestradores que tengan en cuenta “la deuda contraía con aquellos que han compartido el sufrimiento del pueblo iraquí en los años del embargo, que han permanecido en el país cuando las bombas caían del cielo y no lo han abandonado ni en estos meses horribles de confusión y violencia”.
El presidente de la ONG “Un puente para Bagdad”, Fabio Alberti, que ha promovido en los últimos trece años campañas en Oriente Medio, los Balcanes y Turquía, dijo que el secuestro de las dos cooperantes italianas no fue casual y que fueron elegidas previamente.
El secuestro de las dos jóvenes italianas se ha producido apenas dos semanas después de que el autodenominado Ejército Islámico en Irak asesinara al periodista italiano y colaborador de la Cruz Roja, Enzo Baldoni.
GRUPO ISLAMISTA SE ATRIBUYE RAPTO
Un grupo islamista llamado “Ansar al Zawahiri” se atribuyó ayer el secuestro de dos cooperantes italianas en Irak, en tanto que sigue en suspenso la situación de los dos periodistas franceses.
Al Zawahiri es el apellido del médico egipcio Aiman al Zawahiri, quien es considerado como el lugarteniente del líder de la red terrorista internacional Al Qaeda, Osama bin Laden.
En el escrito en el que se atribuyen el secuestro en una página islámica en Internet, los extremistas aseguran que Simona Pari y Simona Torretta son “agentes del servicio secreto italiano” y que su captura es “el primer ataque contra Italia, al que seguirán más”.
El Gobierno del primer ministro Silvio Berlusconi dejó claro, durante una reunión de crisis celebrada la noche del martes, que rechazará la eventual demanda de los secuestradores de que Italia retire sus tropas de Irak. Berlusconi, además, quiere implicar a la oposición en las gestiones para lograr la liberación de las dos italianas.
También el Papa Juan Pablo II pidió la liberación de las cooperantes, que fueron secuestradas junto a dos compañeros iraquíes, un hombre y una mujer. En agosto fue secuestrado en Irak un periodista italiano y asesinado pocos días después.
Numerosos líderes de la Unión Europea (UE) condenaron el secuestro al tiempo que exigieron su inmediata liberación, informan medios belgas de prensa. El Alto Representante para Política Exterior y de Seguridad Común (PESC), el español Javier Solana, se mostró “profundamente afectado”.
Por su parte, el presidente del Parlamento Europeo, Josep Borrell, subrayó que ambas mujeres estaban participando en la tarea más noble, la de ayuda humanitaria.
