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BAGDAD, IRAQ.- Un presunto ataque suicida con bomba destrozó ayer un restaurante de Bagdad lleno personas que se preparaban para recibir el Año Nuevo, matando por lo menos a cinco, informó la polícia iraquí.
La explosión ocurrió horas después de que otros cinco iraquíes murieron y más de 20 resultaron heridos cuando se desató un tiroteo durante una manifestación en la ciudad de Kirkuk, donde los kurdos tratan de obtener más control de la norteña ciudad rica en petróleo.
En Bagdad, periodistas que se encontraban en el lugar dijeron que el frente del restaurante Nabil, en el distrito capitalino de Arasat, resultó destruido y el edificio estaba en llamas.
Al menos 30 personas estaban dentro del local cuando ocurrió la explosión. Ahmed Qader, un policía iraquí, dijo que la bomba habría sido llevada al interior del restaurante.
Helicópteros estadounidenses sobrevolaban el lugar y las ambulancias acudieron con rapidez al lugar de la explosion, mientras soldados de Estados Unidos y rescatistas iraquíes removían los restos en busca de sobrevivientes. Cerca del lugar del incidente se podían ver autos destruidos.
Las fuerzas de seguridad respaldadas por Estados Unidos habían aumentado los patrullajes en la capital iraquí debido a los temores de que los insurgentes lanzaran ataques contra la coalición con motivo del Año Nuevo.
Washington responsabiliza a partidarios de Saddam Hussein y militantes islámicos extranjeros de los ataques.
El general de brigada Martin Dempsey, comandante de la Primera División Blindada, responsable de la capital, dijo a los periodistas ayer más temprano que sus tropas estarían en alerta pos potenciales ataques en los próximos días, como los ocurridos en Navidad.
Tiroteo en Kirkuk
En Kirkuk varios miles de árabes y turcomanos marcharon hacia la sede de la Unión Patriótica del Kurdistán (UPK), una de las dos principales facciones kurdas iraquíes, y rodearon el edificio cantando “¡No al federalismo. Kirkuk es iraquí!” El jefe de policía de la ciudad dijo que dos personas habían muerto al estallar un tiroteo. Pero personal médico dijo después que otras tres personas habían fallecido en el hospital y que había al menos 20 heridos.
Varios heridos dijeron que habían recibido disparos de combatientes peshmerga de la UPK. Pero Jalal Jawhar, jefe en Kirkuk de la UPK, dijo que un grupo de manifestantes árabes y turcomanos abrieron fuego contra las oficinas de la UPK, hiriendo a tres miembros de la policía kurda de Kirkuk.
El jefe de la policía dijo que sus hombres no habían disparado a nadie.
Testigos dijeron que tanques y vehículos blindados norteamericanos aislaron rápidamente el área, apostándose cerca de las oficinas del UPK y un edificio del Gobierno local para mantener alejados a los manifestantes.
El incidente fue el último episodio de violencia entre los kurdos y otros grupos que tratan de hacerse con el poder en la ciudad del norte de Iraq, donde se hallan las mayores reservas petrolíferas del país.
Los kurdos que integran el Consejo de Gobierno designado poLr Estados Unidos proponen que un futuro gobierno federal iraquí otorgue amplia autonomía a la zona norteña, con Kirkuk como su capital, y con poder sobre otras áreas con grandes poblaciones kurdas.
Al plan se oponen decididamente turcomanos y árabes.
Unas 12 personas murieron en agosto cuando las protestas por el saqueo de un lugar turcomano sagrado en la ciudad étnicamente dividida de Tuz Khurmatu se extendieron a Kirkuk.
Otra bomba estalló en una calle del centro de Bagdad ayer, hiriendo a cinco soldados estadounidenses y tres de los Cuerpos de Defensa Civil de Iraq, dijo Dempsey.