El acceso de camiones ha estado restringido a unos 32 kilómetros en la zona fronteriza debido a una moratoria que data de 1982.
07 de junio 2004.
Washington, (EFE).- El Tribunal Supremo de EU decidió hoy que el Gobierno puede permitir la libre circulación de los camiones mexicanos en este país sin realizar primero un complejo estudio ambiental, como querían los grupos ecologistas.
El Supremo se decantó a favor del Gobierno de EU, contra los deseos de organizaciones sindicales y ecologistas, que se oponían al libre acceso de los camiones con matrícula mexicana por considerar que no reúnen los requisitos de seguridad y protección ambiental de este país.
Los sindicatos y grupos ecologistas, que entablaron una demanda contra el Gobierno, habían señalado que la entrada de los camiones mexicanos producirá más contaminación y accidentes en EU.
El juez Clarence Thomas indicó, en un documento de 19 páginas, que el Departamento de Transporte no ha violado ninguna norma legal o ambiental, por lo que rechazó los argumentos de los grupos opositores.
En abril, el Departamento de Justicia arguyó ante el Tribunal Supremo que la decisión del noveno tribunal federal de apelaciones, en enero de 2003, de exigir que el Departamento de Transporte realizase primero un análisis ambiental, sólo obstaculizaría el cumplimiento pleno del Tratado de Libre Comercio de Norteamérica (TLCAN) suscrito por EU, México y Canadá.
El Departamento de Transporte ya había realizado un estudio preliminar sobre el impacto ambiental de los camiones mexicanos, que realizan más de cuatro millones de viajes en la frontera común cada año, y determinó que no era necesario realizar uno más extenso.
Los camiones mexicanos debían circular sin obstáculos por las carreteras estadounidenses bajo el convenio trilateral que entró en vigor en 1994.
Su acceso ha estado restringido a unos 32 kilómetros en la zona fronteriza -debido a una moratoria que data de 1982-, mientras se dirimía el asunto en los tribunales estadounidenses.
El sindicato de transportistas ("Teamsters") había logrado un interdicto judicial al tránsito de los camiones de carga mexicanos, con el argumento de que México no había presentado la documentación apropiada sobre la seguridad de sus camiones.
El Gobierno de México siempre insistió en que los camiones cumplen de ese país con las normas de seguridad estadounidenses y que las licencias para conductores de camiones sólo se otorgan a personas capacitadas y calificadas.
Se calcula que entre el 85 y el 90 por ciento del comercio con México se realiza por vía terrestre, por lo que el acceso libre de los camiones de ese país es un elemento crítico del acuerdo comercial entre los tres países miembros.