Berlín, (SUN-AEE)-. Ubicado en el distrito Tiergarten de la capital alemana, el Sehnsucht es un lugar destinado específicamente a quienes sufren de trastornos alimenticios. Su dueña, Katja Eichbaum, y el resto del personal están en etapa de recuperación.
Es un restaurante donde la comida es cocinada por Claudia, una chef que recién comenzó su tratamiento por anorexia y que asegura: ?No como lo que cocino. El problema es tener que comer?. Las clientes son comensales a quienes también les perturba la idea de comer. ¿Cómo se puede esperar tener éxito con estas paradojas?
?Estamos acá para alentar a las chicas a comer y lograr que la comida les vuelva a resultar atractiva. Queremos que gradualmente empiecen a sentir gusto por la comida, a través de sabores y aromas agradables. Puede llevar tiempo, pero funciona? asegura Eichbaum al diario británico The Guardian.
El restaurante es íntimo y acogedor. Unas 30 mesas pequeñas, sillas de madera, un sofá rojo y una barra moderna. Nada es agresivo o invasivo. Hasta los lavatorios tienen un diseño sensible con inscripciones en cada azulejo que dicen ?amor?, ?energía? o ?coraje?.
Los nombres de cada plato remiten a la obsesión de toda anoréxica: las calorías. Una porción de cordero es ?Heisshunge? (hambre voraz), un postre con crema de capuccino es ?Seele? (alma). La expectativa es que los nombres se conecten con los comensales de una manera emotiva. Aquí no tratan de engañar a nadie con las calorías de cada platillo, la idea es simplemente demostrarles que pueden comer y disfrutar de los alimentos.
Parte del plan a futuro es montar un centro de asesoramiento que abrirá sus puertas en febrero. ?El objetivo es que las chicas vengan y aprendan a cocinarse?, dice Eichbaum. ?Vamos a armar una pequeña cocina en el centro. Así es como me ayudó la terapia. Me enseñaron a prepararme mi comida y luego a comerla?.
