AGENCIAS
WASHINGTON, EU.- Los funcionarios civiles y militares de mayor rango en el Pentágono comparten la culpa por haber creado las condiciones que llevaron al abuso de los presos de la cárcel de Abu Ghraib, señala un informe presentado ayer por una comisión civil independiente de expertos en defensa.
El resultado de la investigación fue difundido en una conferencia de prensa en el Pentágono por James Schlesinger, ex secretario de Defensa que encabezó una comisión de cuatro personas creada en mayo por el actual titular, Donald H. Rumsfeld.
“Lo que ocurrió en Abu Ghraib fue, más que nada, el sadismo del turno nocturno, no algo ordenado o autorizado por los oficiales”, afirmó Schlesinger.
Aún así, señaló que “tampoco se trata de unos pocos individuos, y la responsabilidad directa llega al nivel de brigada”.
Schlesinger destacó que “los abusos que se ven en las fotografías distribuidas mundialmente no fueron parte de interrogatorios, pero hubo otros abusos que no se ven en las imágenes y que sí formaron parte de las actividades del servicio de inteligencia militar”.
La comisión investigadora entregó ayer su informe al secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, -quien había creado la comisión investigadora- y al jefe del Estado Mayor Conjunto, general Richard Myers.
El informe también menciona como responsable indirecto al general Ricardo Sánchez, ex jefe de las tropas en Irak porque no estableció normas claras para el trato a los detenidos.
“Hay más de 300 casos de abusos que están siendo investigados, y algunos de ellos se extienden más allá de Abu Ghraib”, agregó Schlesinger.
El informe de la comisión describe “una situación caótica” en la prisión iraquí, donde había un policía militar estadounidense por cada 75 reclusos.
“Por comparación, en Guantánamo, hay un policía militar por cada detenido”, dijo Schlesinger.
El informe señala que la responsabilidad directa por los abusos es la general de brigada Janis Karpinsky, que comandaba la 800 Brigada de Policía Militar bajo cuyo control estuvo Abu Ghraib cuando ocurrieron los abusos.
“Pero la responsabilidad indirecta por los abusos se extiende hacia arriba en la cadena de mandos”, agregó Schlesinger.
“Los abusos eran conocidos y los mandos no tomaron las medidas correctivas que debieron tomar. Esa responsabilidad indirecta se extiende hasta Washington”, agregó.
Las conclusiones de la Comisión Schlesinger no llevan a alguna responsabilidad criminal, y derivará en encausamientos judiciales para alguna de las personas identificadas como responsables por las vejaciones cometidas por los soldados estadounidenses después de la invasión de Irak.
La Comisión Schlesinger no limitó su investigación a Abu Ghraib, sino que incluyó el tratamiento dado por Estados Unidos a todos los detenidos en la “guerra global contra el terrorismo” iniciada por el presidente George W. Bush en septiembre de 2001.
Schlesinger explicó en conferencia de prensa que los ámbitos de operación y la situación de los prisioneros han sido diferentes en Afganistán e Irak.
“En Afganistán la mayoría de los individuos capturados figura como “combatientes enemigos” pero no miembros de la fuerza armada de un Estado”, mientras que en Irak se combatía a las tropas de un Estado soberano y eran aplicables las normas de las Convenciones de Ginebra”, explicó.
Hasta ahora, el Pentágono ha echado la culpa por los abusos fotografiados en Abu Ghraib a siete soldados. Algunos de éstos han dicho que ellos participaron en las torturas por órdenes de sus superiores.
Se declara culpable
Un segundo soldado estadounidense se declaró ayer culpable, en forma sorpresiva, de tortura durante el procedimiento previo al juicio que se lleva a cabo en el tribunal militar norteamericano en la base militar de Mannheim, suroeste de Alemania.
Ivan Frederick, de 37 años, declaró a través de su abogado defensor que “en la cárcel de Abu Ghraib se produjo el desplome total de la disciplina y de la autoridad” y calificó de “criminal” la atmósfera que reinaba en ese penal.
El soldado de la policía militar estadounidense que fue destacada en Irak, expresó su esperanza que los otros cuatro soldados que enfrentan la misma acusación reconozcan sus faltas y se declaren culpables igual que él.
El procedimiento tuvo el objetivo de presentar pruebas en contra de soldados de la policía militar estadounidense contra los que hay acusación formal de su participación en desórdenes en esa prisión, durante los que se lesionaron derechos humanos de iraquíes presos.
El tribunal en Mannheim decidirá si las pruebas presentadas son suficientes para enjuiciar a los acusados, aunque el secretario de Defensa de Estados Unidos, Donald Rumsfeld, no será llamado a declarar en ese juicio.
El abogado defensor de Frederick declaró en la sesión judicial que el soldado llegó por sí mismo a la conclusión de que con sus acciones violó la Ley y que estaba dispuesto a pagar por ello.