Las instituciones financieras concentran sus recursos en instrumentos de deuda pública, cae oferta para sector privado.
México, DF.- La excesiva deuda pública interna en el sistema financiero en México, que representa casi 60 por ciento del flujo del ahorro, ha provocado una disminución de los capitales disponibles para crédito privado y el desplazamiento del interés del ahorro en la banca comercial hacia otras instituciones financieras.
En el estudio “El crédito en el crecimiento económico de México”, el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) indicó que si bien se ha tenido un notable incremento de los recursos absorbidos por instituciones financieras, la capacidad de la banca para captar capitales no se ha visto ampliada en proporciones semejantes. Incluso, expuso, “desde el año 2001 y hasta la fecha los recursos con los que cuenta la banca se han incrementado anualmente en tan sólo tres por ciento”.
La captación financiera total, que incluye recursos absorbidos tanto por la banca como por casas de bolsa, sociedades de inversión y Siefores, ha aumentado sustancialmente desde la década de los 90 y a partir de 2001 ha tenido una tasa de crecimiento anual promedio de 10.31 por ciento.
Por lo tanto, para 2002 los recursos captados por el sistema financiero en México representaron ya 50 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), apuntó.
La institución subrayó que al analizar estas cifras, la interrogante es el destino de la mayor parte del ahorro, pues llama la atención que la custodia de valores ha crecido durante los últimos tres años a una tasa anual de 15.7 por ciento. Si a principios de la década de los 90 los recursos de los que disponen las casas de bolsa representaban 33 por ciento de la captación total, hoy en día se ubican en 47 por ciento, al tiempo que sobresale el crecimiento de sociedades de inversión como receptoras de los recursos ahorrados.
Desde 2001 reportan una tasa de expansión promedio al año de 27.8 por ciento, en tanto que los fondos de las Siefores se han incrementado de tal manera que en la actualidad concentran 11 por ciento de los recursos totales del sistema financiero.
Por consiguiente, apuntó, en nuestro país sí existe capital para asignarlo a inversiones productivas que favorezcan al crecimiento, pero el problema no ha sido la falta total de ahorro, sino la ausencia de instituciones bancarias fuertes que asignen los recursos de manera eficiente.
El CEESP estimó que debido a las limitantes del propio sistema bancario mexicano, al no recuperar la función de ser el principal intermediario financiero, se ha permitido una rápida evolución de otras instituciones que llenen este vacío.
Si los recursos son dirigidos principalmente al financiamiento público, entonces habrá menos capital para desarrollar las inversiones privadas. Lo anterior, destacó, se debe a que existe una relación inversa entre el financiamiento a los sectores público y privado, pues cuando la mayor parte de los recursos captados por el sistema financiero son designados a cubrir el endeudamiento público, principalmente los gastos administrativos y no las inversiones productivas públicas y privadas.