Acepta el líder rebelde el plan de paz de la Conferencia Nacional iraquí.
AGENCIAS
BAGDAD, IRAK.- El clérigo radical iraquí Muqtada Al Sadr pondrá fin a la revuelta en Nayaf, desmovilizará a sus milicias y depondrá las armas. Así lo ha asegurado la Conferencia Nacional, reunida en Bagdad para alumbrar un Parlamento, confirmándolo poco después uno de los portavoces del líder shii. Al Sadr ha aceptado la oferta de paz de la Conferencia y atenderá sus demandas. Por la mañana, el ministro de Defensa iraquí, Hazem Chaalan, había amenazado con desatar “una batalla decisiva” en la ciudad santa contra las milicias de Al Sadr.
Al Sadr se ha plegado a las demandas de la Conferencia Nacional, que reúne en Bagdad a los líderes políticos y religiosos del país para esbozar un Parlamento que lleve al país a las elecciones del año que viene. Lo ha hecho por carta, ya que el martes no se reunió con los delegados enviados a Nayaf por el cónclave político. En la carta, remitida desde la oficina de Al Sadr en Bagdad, el clérigo acepta las demandas de la Conferencia, que le pide que sofoque la revuelta y detenga a sus milicianos, incluyendo la retirada del Mausoleo del Imán Alí, lugar santo del shiismo en Nayaf donde se refugia junto a sus milicianos del ataque estadounidense.
La única condición que ha puesto el clérigo es que las fuerzas estadounidenses que rodean el mausoleo “detengan sus ataques contra él y se retiren de los santos lugares”. La carta ha sido leída en la Conferencia y poco después, uno de sus portavoces, Mahmud Al Sudán ha confirmado la noticia: “Sí, Muqtada accede a las demandas”, ha dicho.
No obstante en su escueto documento, Al Sadr destacó que “llamamos al Gobierno iraquí y la Conferencia Nacional para que participen en el desarrollo lo que ha propuesto Muqtada Al Sadr, de lo contrario todo el mundo cargará con la responsabilidad”.
En las negociaciones que mantuvo con el Gobierno interino, y que fracasaron el pasado sábado, Al Sadr exigió la retirada de Nayaf de las fuerzas de Estados Unidos y de las iraquíes, la entrega del control de la ciudad a las autoridades religiosas, la liberación de milicianos detenidos, la amnistía para sus leales, y retener las armas.
Por su parte, la Conferencia también pedió al líder rebelde shii que se integrase en el proceso político que se inicia ahora en el país y que debe terminar a principios del año que viene con la celebración de las primeras elecciones libres en décadas. Para supervisar el proceso hasta la convocatoria electoral, la Conferencia Nacional iraquí eligió ayer a los miembros de su nuevo Parlamento.
La rendición de Al Sadr se produjo horas después de que el ministro de Defensa del Gobierno interino, Hazem Chaalan, declarara a la cadena de televisión Al Arabiya que se aprestaba una “una batalla decisiva” en Nayaf contra el Ejército del Mahdi, -las milicias rebeldes Al Sadr-. “Hoy (ayer) se verá una batalla decisiva contra los partidarios de Al Sadr para eliminar el Ejército del Mahdi (su milicia) y sacarlo de la ciudad”, ha dicho el ministro. El ministro hablaba de un plazo de horas, cumplido el cual darían a las milicias rebeldes “una lección que no olvidarán”.
Mientras tanto, en las calles de Nayaf, se han vuelto a oír disparos de mortero y de armas automáticas en los alrededores del mausoleo de Alí, el cementerio y de la plaza de la Revolución de 1920, según un corresponsal de la agencia France Presse. En esa zona es donde las tropas de Estados Unidos y las fuerzas iraqués mantienen cercado a Al Sadr y sus partidarios.
Mata obús cinco personas
Al menos cinco personas murieron y otras 21 resultaron heridas ayer al hacer explosión un obús en un concurrido mercado de la ciudad de Mosul, al norte de Irak, indicó la Policía.
La explosión se produjo poco después del mediodía, cuando numerosas personas merodeaban en torno a los puestos del mercado de abastos de Bab Al Tob, en cuyas inmediaciones no hay edificios gubernamentales y tampoco presencia de fuerzas estadounidenses.
El mercado de Bab Al Tob se encuentra situado en pleno centro de Mosul, y dentro del barrio árabe.
Los heridos fueron trasladados al hospital universitario de la ciudad, dijeron fuentes del servicio de emergencia.
Mosul, a unos 390 kilómetros al norte de Bagdad y ciudad poblada por árabes y kurdos, aunque unos y otros residen en diferentes zonas, es a menudo escenario de ataques contra las fuerzas de EU y la policía iraquí.
