Washington, EU.- A pesar de las declaraciones de David Kay, el hombre de la CIA que ha buscado durante seis meses las armas de Saddam Hussein y que declaró que “estábamos equivocados en casi todo” con respecto a los arsenales, la consejera de Seguridad del presidente Bush, Condoleezza Rice, cree que el ex dictador iraquí “era una amenaza creciente” que tenía que ser frenada.
En declaraciones a varias cadenas de televisión, Rice, en plena misión de control de daños, trató ayer de justificar las decisiones de Bush, pero también dijo que existen “pruebas de que hay diferencias entre lo que sabíamos cuando fuimos y lo que encontramos sobre el terreno”, en referencia a las armas de destrucción masiva.
Rice explicó en la CBS que el espionaje “tiene sus limitaciones” y que hay que “ponerlo en contexto: Sadam Husein era alguien que había utilizado armas de destrucción masiva, que había atacado dos veces a sus vecinos, que permitía que hubiera terroristas en su país y que daba dinero a otros terroristas en el exterior”.
A la NBC le dijo que la decisión de ir a la guerra “se basó en el hecho de que Sadam, durante 12 años, desafió a la comunidad internacional y no dio explicaciones de sus arsenales. Nadie podía contar con su buena voluntad sobre si tenía o no ántrax o toxinas”.
Además, según Rice, “Kay encontró programas de armas que se ocultaban a la comunidad internacional No sé cómo se podría haber llegado a otra conclusión diferente a la de que tenía armas de destrucción masiva”.
Kay, que compareció ante el Senado el miércoles, pidió una investigación de los “alarmantes fracasos” del espionaje sobre los programas de armas antes de la guerra y reiteró que no creía que Bush había presionado a los expertos para exagerar el peligro que representaban los inexistentes arsenales. Rice rechazó la investigación
