El Banco Mundial recomienda al gobierno de México cobrar impuestos sobre las pensiones, pues sostiene que la mayor parte de los beneficiarios del IMSS y el ISSSTE no son pobres.
29 de julio 2004.
México (SUN-AEE).-El Banco Mundial (BM) recomendó a México iniciar una estrategia de redistribución de programas y servicios gubernamentales, porque algunos de ellos como el subsidio al consumo de energía eléctrica y de agua benefician más a los ricos que a los pobres. Hacerlo, dijo, ayudaría a disminuir la desigualdad y sacar de la pobreza extrema a unos 20 millones de habitantes, especialmente a los indígenas.
Este miércoles, el organismo internacional presentó al presidente Vicente Fox y miembros de su gabinete de Desarrollo Social y Humano un estudio solicitado por el propio gobierno mexicano, donde se destaca que 3 millones de pobres extremos (que tienen ingresos inferiores a los 11 pesos diarios) cambiaron su condición a "pobres moderados (con ingresos diarios de 2.5 salarios mínimos en promedio)".
Esto, dijo, ocurrió entre los años 2000 y 2002 gracias a que hubo un crecimiento real de los ingresos laborales no calificados; reducción en la diferencia de los salarios entre las áreas rurales y urbanas; los subsidios gubernamentales (transferencias de Oportunidades, sobre todo) y la entrada de remesas que los migrantes envían desde Estados Unidos.
Sin las remesas (que ascienden a más de 10 mil millones de dólares anuales) ni los subsidios de Oportunidades y Procampo, dijo Michael Walton, asesor del Banco Mundial, habría más pobres en este país.
Las pensiones y los subsidios
En el estudio La pobreza en México: una evaluación de las condiciones, las tendencias y la estrategia del gobierno, el Banco Mundial recomienda al gobierno de México cobrar impuestos sobre las pensiones, pues sostiene que la mayor parte de los beneficiarios del IMSS y el ISSSTE no son pobres y están ubicados en los estratos medio y alto a nivel de ingresos, en tanto que los verdaderos pobres no tienen acceso a esos beneficios.
Otra propuesta es eliminar los subsidios a la energía eléctrica, ya que "quienes consumen más reciben subsidios más altos, con excepción de quienes se encuentran en la parte superior de la distribución de los ingresos".
También plantea la posibilidad de incrementar el Impuesto al Valor Agregado y que los ingresos adicionales que se generen se destinen a educación secundaria para niños pobres.
Al respecto, Francois Bourguignon, vicepresidente del BM, aclaró que un impuesto adicional a medicinas y alimentos no afecta a los pobres, porque los ricos son quienes están comprando más.
A consideración del organismo, nuestro país tiene pocas probabilidades de cumplir su objetivo de llegar a la meta de reducir a la mitad el porcentaje de pobres extremos en los próximos 11 años, tal como ofreció hacerlo en la Cumbre del Milenio de las Naciones Unidas.
Advirtió que aun cuando México "sigue el camino correcto" para combatir la pobreza (al haber aplicado la estrategia Contigo y en ella, los programas Oportunidades, Microrregiones, el Seguro Popular y otros), el problema de la pobreza es "extenso y profundo".
Alertó que México no debe confiarse en los altos ingresos que está obteniendo por la venta de petróleo o por la ligera recuperación de la economía estadounidense, porque los precios pueden bajar y haber alguna contracción en el país vecino ante las elecciones que se avecinan, de modo que si en dos años no se registra un incremento en el crecimiento económico y en la generación de empleos, el país tendrá serios problemas para abatir la pobreza.
Francois Bourguignon indicó que no bastará mantener a los pobres a través de los subsidios, sino que habrá que empujar en el proceso de desarrollo económico, aumentar la competitividad del país e invertir en infraestructura con el fin de lograr los empleos y el desarrollo que se busca.
En este sentido, Michael Walton, asesor para la pobreza y el Desarrollo Humano del BM, enfatizó que México tendría que registrar crecimientos anuales de 5 por ciento para lograr sacar de la miseria a los 20 millones de pobres.
Logros insuficientes
En su oportunidad, el presidente Vicente Fox aceptó los resultados del Banco Mundial sobre la disminución de pobres en los dos primeros años de su sexenio, pero aclaró que no es definitivo y que tampoco le satisface.
"Estamos muy lejos de lo que necesita el país. No desconocemos el problema, pero sabemos que vamos por la ruta correcta", dijo.
Fox justificó los resultados lentos en el combate a la pobreza, al destacar que esta administración "lucha contra décadas de inercia y de una cultura que se fundó en el paternalismo, el populismo y el clientelismo".