Agencias
SANTIAGO DE CHILE.- El Gobierno de Chile y parlamentarios de todos los partidos llegaron ayer a un acuerdo en el Senado para reformar la Constitución promulgada por Pinochet en 1980 y eliminar la mayoría de las principales disposiciones que dejó la dictadura para maniatar a los Gobiernos civiles. El acuerdo restituye al Presidente de la República la facultad de destituir a los comandantes en jefe de las Fuerzas Armadas previo informe al Senado, deroga la institución de los senadores designados y vitalicios y facilita el voto y otorgamiento de nacionalidad a los chilenos nacidos en el exterior.
El acuerdo político para reformar la Carta Magna implantada por la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990) contó con la firma del presidente y vicepresidente de la Cámara Alta, el senador opositor Hernán Larraín y el oficialista Jaime Gazmuri, de manera respectiva.
El pacto entre las bancadas oficialista y opositora, que debe traducirse ahora en trámite legislativo de las enmiendas, contempla además levantar el rango constitucional del sistema electoral binominal, que quedaría con categoría de Ley Orgánica.
Según analistas, el sistema binominal es uno de los principales ?enclaves autoritarios? de la democracia chilena, debido a que obliga a los partidos a formar alianzas para optar a cargos de elección popular, marginando a las fuerzas políticas pequeñas.
El mecanismo establece que en el caso de senadores o diputados, se proclama elegidos a los dos candidatos de una misma lista cuando ésta alcanza el mayor número de votos y su total de sufragios dobla los que alcanza la lista o nómina que le sigue en número.
En caso de que ninguna lista obtenga los dos cargos, éstos se reparten entre las nóminas que obtengan las dos más altas mayorías, lo que en la práctica desvirtúa la representatividad política, poniendo en igualdad de condiciones a mayorías y minorías.
El llamado sistema binominal garantiza así la elección de candidatos a legisladores de los dos bloques mayoritarios del país, la gobernante Concertación y la derechista Alianza por Chile, eliminando a los partidos pequeños e independientes.
En relación al sistema binominal, el quórum para modificar esta normativa se rebajará de dos tercios a tres quintos de los diputados y senadores en ejercicio y no a cuatro séptimos, como ocurre con el resto de las Leyes orgánicas.
A este cambio, se suman otras modificaciones constitucionales que estaban en debate desde el fin de la dictadura, como la eliminación de los senadores designados y vitalicios, con lo cual la Cámara Alta quedará compuesta por 38 integrantes. El acuerdo plantea también otorgar los derechos de ciudadano a los hijos de padre o madre chilenos nacidos en el extranjero y a quienes obtengan especial gracia de nacionalidad por Ley.
Tras la firma del acuerdo, el senador socialista José Antonio Viera Gallo dijo a periodistas que ?hemos dado vuelta a la hoja del pinochetismo y su herencia?, recalcando que ?de la sustancia de su pensamiento no queda casi nada?.
El legislador del opositor partido Renovación Nacional (RN), Sergio Romero, criticó las declaraciones de Viera Gallo y manifestó que ?hacer ese comentario es no entender la trascendencia y las bondades de la Constitución del 80?.
A juicio de Romero, el acuerdo implica que ?se culmina y termina la transición y confirma las bondades de la Constitución de 1980, que es una de las más fuertes?, agregando que en ese sentido ?la obra? de la dictadura ?está resguardada para la historia?.
El ministro del Interior, José Miguel Insulza, expresó por su parte su satisfacción por este acuerdo legislativo que implica un ?amplio avance en las reformas?.
Aunque ?no son todas las que hubiéramos querido en un comienzo, son las que han logrado acuerdo?, abundó el funcionario y agregó que ?los asuntos de controversia siguen siéndolo pero salen de la Constitución a la Ley Orgánica?.
