Los enfrentamientos dejan al menos 74 muertos y 315 heridos.
agencias
NAYAF, Irak.- El Gobierno iraquí aceptó un acuerdo de paz negociado por el principal clérigo shiita para poner fin a semanas de violencia en la ciudad santa de Nayaf, anunció ayer el ministro de Estado Qassim Dawoud.
“Hermanos, hemos entrado por la puerta de la paz”, dijo el funcionario. Horas antes, el clérigo integrista Muqtada al Sadr aceptó el plan de paz presentado por el gran ayatolá Alí Husseini al Sistani para poner fin a tres semanas de lucha en esta ciudad, dijo un ayudante de Al Sistani.
“Muqtada al Sadr aceptó la iniciativa de su eminencia Al Sistani”, dijo a la prensa Hamed al Jafaf en una conferencia de prensa ofrecida frente a la vivienda se aloja Al Sistani. “Pronto recibirán buenas noticias del Gobierno y de Muqtada al Sadr” al respecto, agregó.
El acuerdo fue alcanzado durante un encuentro que mantuvieron ambos clérigos anoche. El Gobierno provisional iraquí convocó a una conferencia de prensa urgente en Bagdad.
El clérigo más venerado de Irak llegó ayer a Nayaf para tratar de terminar la sangrienta rebelión que ya lleva tres semanas, aunque los ánimos se enardecieron aún más tras los ataques a manifestantes shiitas, que dejaron al menos 74 muertos y 315 heridos.
La cadena de televisión Al Arabiya dijo que el Gran Ayatolá Alí al Sistani había comenzado las negociaciones con representantes del clérigo rebelde shiita Muqtada al Sadr, cuyos combatientes se han rehusado a deponer las armas y abandonar la mezquita sagrada del Imán Alí en Nayaf.
La violencia en Nayaf y en la cercana Kufa ocurrió en momentos en que parecían estar ganando impulso los esfuerzos de Al Sistani para convencer a los combatientes leales a Al Sadr de que deberían abandonar el mausoleo más sagrado de Irak. Al Sistani ha revelado un plan de paz para terminar la revuelta.
Por su parte, el Ejército de Estados Unidos dijo que suspendió sus operaciones de ofensiva en Nayaf.
“A pedido del Gobierno local y nacional de Irak, las fuerzas de seguridad iraquíes y la Fuerza Multinacional Irak en forma temporaria han suspendido las operaciones militares ofensivas para facilitar el retorno del Gran Ayatolá Al Sistani a la ciudad sagrada de Nayaf”, dijo el Ejército en una declaración.
En tanto, al menos diez partidarios de Al Sistani murieron cuando hombres armados dispararon contra los policías que estaban tratando de controlar una multitud, provocando que los oficiales respondieran el fuego, dijeron testigos.
“De pronto, hombres armados se unieron a nuestro grupo y dispararon contra la policía. La policía comenzó a disparar hacia todos lados”, dijo el testigo Hazim Kareem en el hospital de Nayaf, donde se acumulaban cuerpos ensangrentados en las camillas.
Un trabajador del hospital agregó: “Vayan y miren en la morgue, está repleta”.
En la cercana Kufa, un ataque de mortero contra la principal mezquita de la ciudad mató al menos a 25 partidarios de Al Sadr, mientras cientos de sus hombres estaban reunidos en el interior preparados para marchar a Nayaf, dijeron las autoridades.
A la misma hora, manifestantes shiitas recibieron disparos en Kufa y al menos 20 de ellos murieron, dijo un fotógrafo. No estaba claro quién abrió fuego ni quién disparó el mortero.
El saldo
El saldo de muertos de los últimos ataques ascendió a 74, dijo el ministerio de Salud de Irak.
Las imágenes de la televisión mostraron decenas de heridos en charcos de sangre alrededor de la mezquita de Kufa. Sin embargo, los combates en Nayaf parecían haber disminuido al entrar en vigencia un cese al fuego del Gobierno.
Al Sistani llegó a Nayaf desde Basora en un enorme convoy, custodiado por decenas de camionetas de la policía con las sirenas ululando. Decenas de policías portaban rifles AK-47 mientras pasaban entre miles de curiosos.
Decenas de miles de iraquíes, en vehículos y a pie, muchos de ellos respondiendo al llamamiento de Al Sistani para rescatar la ciudad sagrada, estaban congregándose en Nayaf procedentes de varias regiones, dijeron los testigos. Pero Al Sistani, quien nació en Irán y tiene 73 años, les dijo que esperaran en las afueras de la ciudad.
Tanto el moderado Al Sistani como el radical Al Sadr habían convocado a sus partidarios para que acudieran a Nayaf, donde cientos de personas han muerto en las últimas tres semanas en los combates de los milicianos contra las fuerzas de Estados Unidos y del Gobierno iraquí.
Los enfrentamientos provocaron una escalada de los precios del petróleo a sus máximos históricos y socavaron la autoridad del primer ministro interino, Iyad Allawi.
Hamed al Khafaf, ayudante de Al Sistani, dijo a los reporteros que el plan de paz del clérigo prevé que todos los grupos de Nayaf deberían dejar las armas y que las fuerzas de Estados Unidos deberían abandonar la ciudad.
Al Sistani se encontraba en una casa en un suburbio rico de Nayaf, lejos del santuario. El paradero de Al Sadr sigue siendo desconocido.
El Gran Ayatolá regresó de Londres el miércoles, tras recibir tratamiento para el corazón durante tres semanas.
Propuesta del Gobierno
Allawi dijo que había ordenado a sus fuerzas que respetaran un cese al fuego de 24 horas en Nayaf desde las tres de la tarde (1100 GMT) para favorecer las conversaciones.
En una declaración, dijo que los representantes de Al Sadr -quien en el pasado pareció estar listo para aceptar propuestas de paz, aunque luego las rechazó- habían indicado que aprobarían el plan de Al Sistani.
Allawi dijo que a los combatientes del Ejército Mehdi de Al Sadr se les ofrecerá una amnistía si deponen las armas y salen del santuario del Imán Alí, y que al clérigo rebelde se le daría libre tránsito si terminaba su levantamiento.
Por su parte, el gobernador de Nayaf dijo que las operaciones militares se reanudarían en 24 horas si no se alcanzaba un acuerdo.
