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Acumulan denuncias contra Miguel Nazar

SUN-AEE

MÉXICO, DF.- Familiares de dos personas que supuestamente desaparecieron en los años setenta, presentaron una denuncia ante la Fiscalía Especial para Movimientos Sociales y Políticos del Pasado en contra del ex director federal de Seguridad, Miguel Nazar Haro.

Elvira Hernández y Mario Gutiérrez García, padres de María Teresa Gutiérrez Hernández y suegros de Gonzalo Liljehult Pérez, señalaron a Nazar Haro como responsable de la desaparición de estas dos personas, a quienes acusaban de pertenecer a la Liga Comunista 23 de Septiembre.

La querella se presentó por el delito de desaparición forzada de persona y ejecución extrajudicial involucran al general Arturo Acosta Chaparro y a otros ex servidores públicos.

La madre de Gutiérrez Hernández manifestó que su yerno fue asesinado en abril de 1981 en una casa de seguridad por agentes de la extinta Dirección Federal de Seguridad, mientras que su hija desapareció entre el nueve y 11 de enero de 1982.

Por su parte, al conocer la resolución del Juez Cuarto de Distrito en Materia Penal, Guillermo Vázquez Martínez, que declaró el auto de formal prisión contra Miguel Nazar Haro, ex titular de la DFS, por la desaparición de Jesús Piedra Ibarra, su hermana Rosario dijo que espera sea el inicio para dar con el paradero de Jesús y los demás desaparecidos.

En la madrugada de ayer se declaró a Nazar Haro, ex titular de la Dirección Federal de Seguridad (DFS), formalmente preso en base a los elementos que presentara la Fiscalía Para Movimientos Sociales y Políticos del Pasado.

Rosario comentó: “Ayer 24 fue el cumpleaños de mi mamá, espero que esto sea como un pequeño presente. Ojalá no quede sólo en el castigo de Nazar Haro, porque la justicia realmente lo será cuando sepamos en dónde están nuestros familiares desaparecidos”. Piedra Ibarra afirmó que aunque sabe que la defensa de Nazar Haro apelará el fallo, espera, que no obstante, que finalmente se haga justicia a 29 años desde que se llevaron a su hermano.

Por otra parte, mientras que el procurador de Nuevo León, Luis Carlos Treviño Berchelman, aseguró que sí existía una orden de aprehensión en contra de Jesús Piedra Ibarra, desaparecido desde el 18 abril de 1975, María del Rosario Piedra Ibarra, hermana de Jesús, lo pone en duda porque de haberla hubieran seguido los procedimientos y su hermano no estaría desaparecido desde hace 29 años.

El procurador informó que la orden de aprehensión contra Piedra Ibarra fue girada en Nuevo León aunque dijo que sólo tiene información telefónica, por lo que no pudo mostrar la evidencia ni tampoco sabe cuáles eran los cargos por los que se giraba la supuesta orden.

En conferencia de prensa señaló: “Tengo informes de la noche de ayer, solamente son telefónicos, es que es afirmativo que si existía, en aquella época, una orden de aprehensión en contra de él y de otras personas”. Pero el procurador dijo no recordar por qué delitos: “No te quiero decir de memoria, pero si ahorita me llamas a la oficina ahorita te digo con todo gusto”.

Aunque fue buscado más tarde, no proporcionó la información.

El Juez Cuarto de Distrito en materia penal, Guillermo Vázquez Martínez quien lleva el caso de Miguel Nazar Haro pidió al procurador que le entregue la orden de aprehensión, confirmó Treviño Berchelman. En cambio, María del Rosario Piedra Ibarra, hermana de Jesús señaló en entrevista que ella escuchó al procurador afirmar que “no está seguro de que exista alguna orden de aprehensión” y señaló que en aquella época hubiera o no una orden de aprehensión a ellos les valía muy poco, porque actuaban con toda impunidad y se llevaban de encuentro a medio mundo.

“Primero detenían y luego si no eran culpables los dejaban e incluso sin serlo, los mantenían detenidos porque era una saña terrible la que tuvieron contra familiares y sospechosos de participar en la guerrilla”, aseveró. Comentó que duda que exista una orden de aprehensión porque de haberla hubieran seguido un procedimiento legal que no se siguió y su hermano no estaría desaparecido.

Sin embargo, subrayó: “La cuestión no es si había o no una orden de aprehensión, sino toda la arbitrariedad, los delitos tan graves que cometieron en el caso de mi hermano y de muchos otros desaparecidos.

De que fueron detenidos como ya lo han aceptado, entonces sí los capturaron y en aquella época nunca lo aceptaron. Ahora dicen que sí los detuvieron entonces ¿dónde está? Si era un civil ¿por qué lo llevan a un rancho, no tiene quien lo defienda, lo torturan ahí, lo trasladan a la ciudad de México y lo entregan a los militares?”

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