16 de marzo de 2004.
Washington, EU, (EFE).- Estados Unidos presentó una queja contra México ante la Organización Mundial de Comercio (OMC), por los aranceles que el país impone a las bebidas que utilizan jarabe de maíz de alta fructosa.
Así lo informó hoy en un comunicado, el representante de Comercio Exterior de EU, Robert Zoellick, quien afirmó que los aranceles de un 20% a la distribución y otro 20% a la venta de esas bebidas son "discriminatorios y proteccionistas".
Zoellick indicó que EU intentó resolver la disputa mediante consultas con la industria, pero "desafortunadamente, las negociaciones no resolvieron el asunto y es hora de que hagamos respetar nuestros derechos" dentro de la OMC.
Reiteró el compromiso del Gobierno de Washington para que los estadounidenses "reciban un trato justo y que exista un nivel de igualdad para nuestras exportaciones".
En esas consultas participó el senador republicano Charles Grassley (Iowa), cuyo estado incluye a los principales productores de fructosa en EU y que nunca ha ocultado su malestar por "el arancel ilegal del 20%".
Grassley fue uno de los legisladores que amenazó el año pasado con proponer "tarifas punitivas" contra ciertas importaciones agrícolas de México si ese país no eliminaba esos aranceles.
El jarabe de maíz de alta fructosa es un tipo de edulcorante que compite con el azúcar para la elaboración de muchos productos y ha sido uno de los asuntos más "irritantes" en las relaciones comerciales entre EU y México.
Desde la década de los años 90, varias embotelladoras mexicanas comenzaron a sustituir el azúcar por este edulcorante en la elaboración de las gaseosas.
Según la Oficina del Representante de Comercio Exterior (USTR), México impuso en enero de 2002 los aranceles de un 20% para la distribución de las bebidas y otro porcentaje similar para su venta.
México aplica esos aranceles únicamente a las bebidas que utilizan jarabe de maíz de alta fructosa -están exentas las que se procesan con azúcar- y, según Zoellick, esto ha conseguido reducir "drásticamente" las exportaciones estadounidenses del edulcorante.
Zoellick afirmó que EU y México fracasaron en su búsqueda de una "solución negociada" sobre éste y otros asuntos relacionados con los edulcorantes. La medida emprendida hoy por Washington ante la OMC es el primer paso hacia una serie de consultas multilaterales para dirimir las disputas entre ambos países.
Si éstas no se resuelven en un plazo de 60 días, EU se reserva el derecho de solicitar que la OMC analice la querella de Washington y determine si México cumple o no con sus obligaciones dentro de ese organismo mundial.
El proceso puede tomar hasta 18 meses, si México decide apelar el caso