Se señala como responsable de estas torturas al general Ricardo Sánchez, quien fuera el jefe de operaciones militares en Irak.
25 de agosto 2004.
Washington, EU (EFE).- Al menos 27 soldados de inteligencia militar y ocho contratistas civiles estuvieron implicados en los vejámenes a que fueron sometidos numerosos prisioneros iraquíes en Abu Ghraib, según indicó hoy una investigación del Ejército.
La investigación, dirigida por el general de dos estrellas George Fay, señaló como responsable de estas torturas al general de tres estrellas Ricardo Sánchez, quien fuera el jefe de operaciones militares en Irak.
"Sánchez no fue culpable por los abusos, pero sí es responsable", dijo en conferencia de prensa el general Paul Kern, encargado de la comisión que investigó la participación de soldados de la Brigada 205 de Inteligencia Militar en los abusos a iraquíes.
Según Kern, Sánchez llegó a Irak con un plan de acción para la pacificación y reconstrucción del país tras la invasión estadounidense y se encontró, para su sorpresa, con una creciente insurgencia.
"Sánchez tuvo que modificar los planes y las operaciones, y puso mucha presión sobre su gente para que obtuvieran rápido información sobre un enemigo sin rostro, que atacaba a las fuerzas estadounidenses", añadió.
Ayer, martes, una comisión investigadora que encabezó el ex jefe del Pentágono James Schlesinger indicó que la responsabilidad por los vejámenes que sufrieron algunos detenidos iraquíes llegaba hasta los niveles más altos de la cadena de mandos en Washington.
Al igual que el de Schlesinger, el informe divulgado hoy por el Ejército insiste en que los abusos, conocidos en todo el mundo por decenas de fotografías divulgadas desde abril, fueron cometidos por un número reducido de soldados, y no resultaron de órdenes o autorizaciones de los mandos.
Kern dijo que, en el curso de la revisión de más de 9 mil documentos, entrevistas con 170 personas y varios viajes a la cárcel de Abu Ghraib, cerca de Bagdad, la investigación dirigida por Fay encontró "ocho prisioneros fantasmas".
"Estos son individuos que fueron detenidos y recluidos en Abu Ghraib, pero que no fueron registrados como lo requieren las normas internacionales", añadió. "Si hubo más detenidos fantasma, no podemos saberlo, precisamente porque no hay documentación".
Esta investigación, dijo Fay, identificó a 23 soldados de la Brigada 205 y cuatro contratistas civiles vinculados a los abusos. Asimismo, otros seis soldados y dos contratistas violaron las reglamentaciones porque no informaron sobre los abusos.
Entre los soldados, dijo Kern, hay dos de personal médico cuya responsabilidad fue señalada porque no informaron a los superiores sobre el maltrato que sufrían los presos en un área reducida de la enorme prisión de Abu Ghraib.
"Lo que descubrimos en esta investigación fue una mala conducta grave y una pérdida de valores morales", dijo Kern. "Pero no hay una explicación única y simple para los abusos que ocurrieron en Abu Ghraib".
El Ejército ha iniciado juicios contra siete soldados de la Brigada 800 de Policía Militar que, al mando de la general Janis Karpinsky, tuvo autoridad inicial sobre Abu Ghraib y otros centros de detención en Irak.
Pero Karpinksy ha dicho que, pocas semanas antes de que comenzaran los abusos, un área de edificios en el extenso campo de detención quedó bajo el control de la Brigada 205 de Inteligencia Militar comandada por el general Thomas Pappas.
Los soldados de la Policía Militar que estaban en ese área, según Karpinksy, sólo vigilaban el perímetro, y los interrogatorios de detenidos estaban a cargo del personal de inteligencia militar.
Aunque Kern indicó hoy que Pappas es responsable por los abusos, reiteró la conclusión general del informe de Schlesinger según la cual los abusos fotografiados no estuvieron vinculados con interrogatorios y fueron obra de unos pocos soldados en el turno nocturno.