Louisville (EU), (EFE).- Siete personas que iniciaron una querella contra una orden de religiosas católicas en Kentucky, alegan que sufrieron abusos sexuales de parte de un sacerdote y dos monjas en un orfanato en los años 1950 y 1960.
La demanda nombra como acusados a la orden de las Hermanas de la Caridad de Nazareth, y sostiene que los abusos ocurrieron en el Orfanato St. Thomas-St.Vincent, en Anchorage, que cerró en 1983, según informa el diario "The Courier Journal".
Los demandantes incluyen a cinco mujeres que son hermanas entre sí y que dicen que fueron abusadas sexualmente por Herman Lammers, el capellán residente en el orfanato.
Una de las mujeres también dijo que una religiosa, Mary Ann Powers, abusó de ella.
Otro de los demandantes también acusó a Lammers, y la séptima nombró a otra religiosa, Mary Alma Stuecker, como responsable por abuso sexual.
Barbara Qualls, portavoz de la orden de las Hermanas de la Caridad de Nazareth, que tiene su casa madre en Bardstown (Kentucky), dijo que no podía hacer comentarios sobre una demanda pendiente.
"Las demandas legales sólo dan una versión del caso y no son prueba de que haya ocurrido algún delito", indicó el diario.
Qualls señaló que, aparte de una demanda anterior que nombraba a Lammers, la orden no tiene noticias de otras acusaciones sobre abusos sexuales en el orfanato o por parte de las tres personas nombradas en esta demanda.
Las cinco mujeres que son hermanas acusaron a Lammers por actos que van desde manoseo hasta coito forzado.
Helen Martine Edwards dijo que ella tenía nueve años cuando las siete hermanas entraron en el orfanato en los años 50. Dos de las hermanas no forman parte de la querella.
Edwards dijo que Lammers más tarde la dejó embarazada y que ella sufrió un aborto cuando cayó desde un alféizar a un piso de cemento mientras limpiaba ventanas en el orfanato.
Esta acusación se suma a la realizada por cuatro mujeres y un hombre que dijeron haber sufrido abusos sexuales por parte de monjas católicas y han pedido que la conferencia de directoras de órdenes religiosas les permita presentar sus denuncias en su reunión anual del mes próximo.
Estas denuncias se suman, además, a los cientos de demandas que pesan actualmente sobre sacerdotes católicos de distintas diócesis del país, lo que ha sumido a la Iglesia católica de EU en una de las peores crisis de su historia.