EL SIGLO DE TORREÓN
GÓMEZ PALACIO, DGO.- Es necesario que la población entienda que las enfermedades crónico-degenerativas como la diabetes no son curables, pero sí controlables, expuso el titular de la Jurisdicción Sanitaria número Dos, José Salomón Olvera Leyva.
Al recordar el caso de Peñón Blanco donde el seudo-médico identificado como René Tamez utilizaba las glándulas del cerebro de cerdos para estafar a los diabéticos con la promesa de que con ese procedimiento la enfermedad desaparecería, hizo un llamado a la ciudadanía para que no se deje engañar.
?El control de este padecimiento requiere de una participación decidida del paciente mismo?, manifestó Olvera Leyva, luego de afirmar que el detonante de la diabetes en la mayoría de los casos, es la obesidad, que por hoy, constituye un problema de salud pública.
Un 40 y 50 por ciento, tiene problemas de sobrepeso. Se trata de estadísticas en donde no sólo se encuentran inmersos los adultos, sino infantes con marcada adiposidad en sus pequeños cuerpos.
?Anteriormente se creía que un menor gordo, era un ser sano y lleno de vida, pero eso tarde o temprano va a terminar en diabetes o hipertensión?, manifestó el galeno.
Se requiere que las personas reflexionen sobre su salud y que cambien su estilo de vida. Tendrán que dejar los alimentos ricos en carbohidratos como refrescos, postres, pan blanco, azúcares y harinas refinadas. La persona se tiene que someter a un régimen de ejercicios, pero no significa ponerse unos tenis y pantalón deportivo y salir a dar una vuelta por la calle.
Los diabéticos tienen que acudir regularmente a consulta donde reciben asesoría sobre sus alimentos y deben estar bajo supervisión médica, que incluye análisis de glucosa en la sangre para determinar el estado del paciente.
Salomón Leyva informó que el diabético que cuida su peso y su dieta, no tiene necesidad de tomar medicamento. Además, son programas gratuitos que maneja el Sector Salud donde se incluye la consulta, medicamento y laboratorio.
?Por eso la gente no tiene que andar buscando medidas milagrosos que se salen de toda ética, higiene y contexto?, comentó Olvera Leyva para luego lamentar que en estos tiempos, todavía hay personas que piensan que con una pomada aplicada en determinada parte del cuerpo van a adelgazar.
CONVIVIR CON ELLA...
Las conductas transgresoras, los olvidos, los accidentes hipoglucémicos, el ocultamiento de la enfermedad, constituyen indicios reveladores de la intolerancia en aceptar los cambios y las limitaciones que la enfermedad impone. En esta enfermedad la imagen del propio cuerpo se ve afectada y conmovida y con ella también se siente vulnerada la autoestima, en la medida en que el cuerpo aparece con una falla irreversible, falla que suele ser vivida como afrenta al narcisismo.
· En muchos casos la enfermedad es sentida como algo extraño a sí mismo, no se la reconoce como propia, se actúa como si no existiera: "Yo no me cuido, no tengo la sensación de que yo intervengo, como que no soy yo el que tiene diabetes, me controlo porque el médico me dice, pero me olvido y como cualquier cosa".
· Otro de los obstáculos en aceptar la enfermedad como propia, es el fantasma de las complicaciones, la discapacidad por invalidez o la ceguera, a las que se vive como irremediables. Éste es uno de los mitos asociados a la diabetes y profundamente arraigado en el imaginario social.
· Cada una de estas frases pone de manifiesto que es la relación con la enfermedad la que debe ser modificada. Es allí donde anidan los obstáculos, los impedimentos, las trabas. Cada frase, cada olvido, cada gesto, es como la punta de un hilo que puede conducir al encuentro de una verdad que el paciente, sin saberlo, oculta y cuyo develamiento lo hará más libre, porque le permitirá avanzar en la aceptación de su circunstancia y hacerse cargo de su propio cuidado,
disminución o ausencia de episodios hipo e hiperglucémicos.
FUENTE: eddie2.tripod.com.mx
