EL SIGLO DE TORREÓN
Programas sociales, los más afectados.
TORREÓN, COAH.- El crecimiento de la deuda interna de nuestro país es una situación de riesgo porque el Gobierno Federal podría dejar de aplicar menos recursos a la obra pública y programas sociales para cubrir esos compromisos.
En opinión de Juan Antonio García Arenas, encargado del Área de Posgrado de la Facultad de Administración Fiscal y Financiera de la Universidad Autónoma de Coahuila, lo importante ahora es que se generen recursos, aunque para esto sea imprescindible la Reforma Fiscal.
Manifestó que el crecimiento de la deuda interna ha sido motivado por la excesiva expedición de bonos que la Federación realiza para captar mayores recursos y esto refleja que existen algunos problemas que indican que la economía no anda tan bien.
Las variables macroeconómicas muestran que existe algo de certidumbre en la economía mexicana, toda vez que la inflación se ha mantenido estable, el tipo de cambio del dólar no ha tenido muchas variaciones y el Estado cuenta con suficientes reservas como para atender cualquier contingencia que se presente, situación que ha dado lugar a que los inversionistas tengan confianza y puedan seguir generando empleos.
Sin embargo, el problema está surgiendo en el ámbito de la deuda interna y en el escaso crecimiento del Producto Interno Bruto, que en el último año sólo fue de 1.3 por ciento, nada halagador pese a que el Gobierno Federal lo ha considerado como un hecho positivo.
Otro aspecto que está “ahogando” al país, es el relacionado con el pago de pensiones a los burócratas federales salidos de instituciones como Petróleos Mexicanos, el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales para los Trabajadores del Estado y el Instituto Mexicano del Seguro Social, las cuales han sido establecidas mediante logros sindicales que ya no resultan operantes en la actualidad y que deben atenderse en lo inmediato.
A consideración de García Arenas, el Gobierno Federal se verá obligado a frenar la obra pública y programas sociales para destinar parte de sus ingresos a la atención de los compromisos generados mediante la expedición de bonos.
Esto a la vez hace más necesaria la aprobación de una Reforma Fiscal, la cual no se debe fundamen-tar únicamente en la pretensión de aplicar el Impuesto al Valor Agregado en alimentos y medicinas, sino en hacer más eficiente la labor de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, a través de la ampliación de la base de contribuyentes.