Torreón, Coah.- El aumento en las expectativas de vida de los mexicanos se puede revertir y lejos de ser un éxito, llegar a convertirse en una carga si no se empieza a trabajar duro desde ahora en educar a la población para envejecer activamente y con dignidad.
Para la subdirectora de Atención al Envejecimiento del Centro Nacional de Vigilancia Epidemiológica de la Secretaría de Salud, María Esther Lozano Dávila, el problema por resolver es más de creación de conciencia que de disposición de recursos económicos, aunque reconoció que como país pobre, el esfuerzo deberá ser todavía mayor.
A diferencia de los países desarrollados, cuya población envejeció hace dos siglos, de manera lenta que incluso permitió prepararse política y socialmente “además de que tenían dinero”, en México este fenómeno comenzó a darse a partir de los cincuenta, es decir hace algunos años.
“De manera que para el 2025 tendremos a una población casi envejecida, pero con pocos recursos y si no se generan cambios en todos los aspectos, en lugar de ser un éxito podría revertirse”, consideró.
Según María Esther Lozano, es importante enseñar a la población, incluso desde el jardín de niños, a que algún día serán adultos mayores y que se deben de tomar las medidas necesarias para llegar sanos a esta etapa; un ejemplo en este caso sería inculcarles el cuidado bucal para evitar que sean adultos desdentados.
“Como individuos, desde que tenemos uso de conciencia debemos preocuparnos por aprender a ser viejos; la familia también tiene que influir en esta educación al igual que los médicos y toda la sociedad”, expresó.
Respecto de las políticas de gobierno que atiendan ese incremento en las expectativas de vida, la funcionaria de la Secretaría de Salud aseguró que en el Plan Nacional de Salud se cuenta con toda una política de envejecimiento y contempla muchos aspectos, obviamente que con recursos limitados que no llegan a ser una limitante en su desarrollo.
Las medidas, según dijo, son encaminadas a resolver los problemas de salud que se presentan en la población mayor de 60 años, para propiciar un envejecimiento activo.
Lozano Dávila refirió que el envejecimiento no es sinónimo de enfermedad, aunque suele acompañarse de muchas de éstas a pesar de que pueden ser prevenidas o retardadas, si se toman acciones desde etapas tempranas de la vida.
Aunque por ahora se tiene a una población adulta con una serie de patologías arraigadas —colesterol, osteoporosis, obesidad, cáncer, diabetes— se pueden evitar mayores complicaciones si se fomentan hábitos saludables.
En cuanto a los términos utilizados para nombrar a las personas de edad avanzada, María Esther Lozano dijo que acuerdos internacionales marcan referirse como adultos mayores a quienes han rebasado los 60 años de vida.
Esto es porque los términos de anciano o viejo suelen ser peyorativos, y tiene esa connotación todavía más acentuada en el norte del país, donde la cultura está muy norteamericanizada y todo tiende a ser “desechable”.
Aunque algunos geriatras siguen criticando el de adultos mayores, es el término más adecuado para referirse a quienes merecen todo el respeto, manifestó.
Imparten curso taller
Sesenta trabajadores de la Secretaría de Salud participan en un curso taller de Geriatría y Gerontología, encaminado a que éstos se conviertan en difusores de una cultura de prevención de enfermedades y cuidado de la salud que permita a la población llegar a una vejez sana.
Laura Mónica Morales Gutiérrez, coordinadora estatal del Programa de Salud del Adulto y Adulto Mayor de la Secretaría de Salud, manifestó que las actividades concluirán hasta el próximo día 16, con un total de 40 horas de capacitación.
Los temas son relacionados con la transición demográfica, definición de envejecimiento, tipos de envejecimiento y la valoración clínica del adulto mayor.
También se abordará lo referente a la evaluación de las alteraciones sensoriales; la evaluación funcional del adulto mayor; clinimetría; introducción a la comunicación interpersonal y la consejería; cómo ayudar al adulto mayor a tomar sus decisiones, entre otros.
Consideró que en el Estado de Coahuila se brinda protección y una atención adecuada a la población adulta, desde el aspecto legal, económico, en salud y educación.
Se cuenta con un Comité de Atención al Envejecimiento que se reúne periódicamente para analizar la problemática que aqueja a las personas mayores de 60 años y brindarles todo tipo de ayuda.
Se ha dado la instrucción para que todas las unidades médicas dependientes de la Secretaría de Salud en la entidad, cuenten con un abasto del 100 por ciento de los medicamentos que son suministrados a los adultos mayores, para el combate de las enfermedades más comunes de esta etapa –las crónico degenerativas, principalmente-, con la idea de no descuidar la atención.