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SHARM EL-SHEIJ, Egipto.- Mientras cuadrillas de rescate continuaban ayer buscando el fuselaje y los registros de vuelo del avión que se estrelló en el Mar Rojo, un submarino manejado a control remoto enviado por Francia para explorar el área fue retenido en el aeropuerto por problemas burocráticos, dijo un funcionario francés.
Un total de 148 personas murieron en el siniestro. Los restos humanos recuperados hasta ahora del mar no mostraban marcas de quemaduras, sugiriendo que no hubo explosión a bordo del avión fletado Boeing 737 que se estrelló minutos después de despegar el sábado, dijo ayer el subsecretario de Relaciones Exteriores de Francia, Renaud Muselier.
El estrellamiento de la aeronave ocurrió en medio de temores de que los terroristas podían usar un avión para cometer un atentado. Pero Muselier dijo a la radio Francia-Info que “no hay razón alguna para creer que se trató de un ataque”. Añadió que en su opinión, el avión, en que viajaban 133 ciudadanos franceses, se estrelló debido a un accidente.
Las autoridades egipcias dijeron que la aeronave cayó debido a problemas mecánicos.
Francia envió un plan de vigilancia equipado con radar para ayudar a buscar restos humanos y del aparato. También despachó 16 buzos, una fragata, y un submarino manejado por control remoto, el Aquiles. El aparato tiene una cámara de vídeo y puede sumergirse hasta a 400 metros de la superficie. La armada egipcia había enviado ayer seis embarcaciones a la zona del desastre aéreo.
Ahmed Fadhel, adjunto del agregado de prensa de la embajada de Francia, dijo en la mañana del lunes que el submarino ya estaba operando en las aguas, pero un funcionario francés de mayor rango dijo luego que la embarcación no había podido ser llevada a la zona.