LIMA, (Reuters) - Uno de los nevados más hermosos del mundo, favorito de muchos intrépidos escaladores y amantes del esquí ubicado en los Andes de Perú, podría desaparecer en unos años debido al calentamiento global del planeta, advirtieron expertos en este país.
En el último cuarto de siglo, el nevado de Pastoruri, con un pico de cinco mil 191 metros sobre el nivel del mar, retrocedió 440.7 metros y las autoridades ya evalúan cerrar su acceso a los deportistas y turistas para disminuir esta tendencia y evitar accidentes, según informes oficiales de Perú.
Patricia Iturregui, jefa de la unidad de cambio climático del estatal Consejo Nacional del Ambiente (CONAM) dijo que en los últimos 30 años los Andes peruanos perdieron el 20 por ciento de sus glaciares por el aumento de las temperaturas en la Tierra y, de continuar este incremento, la situación podría empeorar.
Perú tiene unos dos mil 600 kilómetros de glaciares ubicados principalmente en la Cordillera Blanca, una cadena montañosa que divide la costa de la selva de este país. Y también en la Cordillera del Vilcanota, un brazo de nevados que llega al departamento del Cusco, en el sur de esta nación andina.
"Son 18 cadenas montañosas de glaciares (en Perú) y (el retroceso) sucede en todas", dijo Iturregui a Reuters.
Perú tiene el mayor número de glaciares tropicales de América Latina, particularmente sensibles a las variaciones climáticas que alimentan gran parte de los ríos de la costa desértica de este país, cuyas aguas son utilizados por más de la mitad de la población.
Además, estas aguas son aprovechadas para la generación de electricidad. "El 70 por ciento de la energía del país es suministrada por hidroelectricidad", afirmó Iturregui.
Los científicos aseguran que hay evidencias de que el retroceso de la mayor parte de los glaciares en el mundo obedece al aumento progresivo de las temperaturas provocado por altas emisiones de gases -como el dióxido de carbono- procedente de combustibles de autos y fábricas.
Los expertos aseguran que el cambio climático empezó hace 50 años y que el planeta está viviendo el período más cálido de los últimos diez mil años. Si bien los cambios han sido graduales podrían conducir en un futuro a climas extremos.
Según estudios, el deshielo de glaciares en Perú provocaría abundancia de agua para los próximos años, lo que incrementaría el riesgo de desastres, pero luego daría paso a sequías.
Según el estudio, el número de damnificados, de personas que podrían perder la vida y de daños materiales por desastres derivados de cambios climáticos, sería mayor en estos países debido a su falta de prevención.
En Perú se evalúa en qué porcentaje ha aumentado el número de lagunas causadas por el deshielo, las cuales podrían embalsarse y provocar deslizamientos con consecuencias graves.
En las últimas décadas, pequeñas comunidades se han establecido muy cerca de los glaciares incentivados por el creciente número de turistas, sobre todo en el caso de la Cordillera Blanca, que ofrece imponentes paisajes y la posibilidad de practicar deportes de aventura y nieve.
En 1998, una inusual lluvia torrencial aceleró el deshielo del nevado Salcantay, que pertenece a la Cordillera del Vilcanota, provocando un descomunal alud que destruyó la central hidroeléctrica de Machu Picchu, en Cusco. Sus trabajadores se salvaron de milagro al refugiarse en colinas.
Sin embargo, en 1970, unas 25 mil murieron cuando un alud -provocado por el desprendimiento de un bloque de hielo del nevado más alto de Perú, Huascarán, que cayó sobre una laguna tras un terremoto- sepultó la localidad de Yungay.
Huascarán, con seis mil 768 metros de altura, es el segundo nevado más alto de Sudamérica, después del Aconcagua en Argentina.
En los últimos cinco años, 35 montañistas perdieron la vida en su intento de llegar a la cima de esos nevados debido, principalmente, al derrumbe y avalancha, cada vez más comunes, de bloques de hielo por el calentamiento global.