EL SIGLO DE TORREÓN
TORREÓN, COAH.- Los hombres tienen que cambiar su mentalidad en el cuidado de su salud. Poco hablan de sus males, más cuando se trata de enfermedades de la próstata. Cuando se ignoran las molestias, puede desencadenar en consecuencias graves.
José Luis Flores Machado, especialista en urología, informa que generalmente los cambios en la próstata son lentos y casi imperceptibles. El hombre aunque se sienta física y mentalmente bien, al grado de llevar una vida sexual óptima y no tenga dificultades para expulsar la orina, después de los 40 años, está obligado a realizarse una valoración prostática.
Por tradición, la mujer tiene más control sobre su salud. Cuando inicia su adolescencia, por los cambios hormonales, acude al médico y así hasta llegar a la edad adulta. Se casa y con el embarazo, está obligada a una revisión periódica con su ginecólogo.
En el hombre, comenta Flores Machado, el problema es cultural. De niños visitan al pediatra y no vuelven a pararse frente a un galeno y mucho menos en un hospital. ?No es valiente como la mujer y van al doctor cuando ya no pueden con su enfermedad?.
La próstata es un órgano que crece más rápido en unos individuos que en otros. Esto es parte del desarrollo normal del cuerpo humano. No obstante, hay momentos en los que el crecimiento del órgano empieza a causar problemas y es el punto en el que se habla de hiperplasia (crecimiento mayor de lo deseable?.
El médico urólogo del Hospital Ángeles del Pedregal, señala que la Hiperplasia Prostática Benigna (HPB), es una enfermedad que afecta al 50 por ciento de los varones mayores de 50 años y su incidencia aumenta progresivamente con la edad de forma que a los 80 años, el 80 por ciento de los hombres padece síntomas del tracto urinario inferior atribuibles a este padecimiento.
La hiperplasia es un fenómeno benigno, afirma Flores Machado. No tiene ninguna relación con el cáncer de próstata. Sin embargo, no se debe confundir ?benigno? con inofensivo. Además de las molestias causadas por ese crecimiento, la retención de orina en la vejiga puede traer complicaciones como infección y alteración seria del funcionamiento de los riñones.
Como en muchas enfermedades, la prevención, la detección oportuna y su tratamiento adecuado, son las mejores herramientas con las que cualquier persona cuenta para mantener una óptima calidad de vida.
La introducción de fármacos eficaces para el tratamiento de la hiperplasia y el hecho de que hasta una tercera parte de los pacientes que se someten a cirugías de la próstata continúan con molestias, es lo que ha llevado a los especialistas a reconsiderar las indicaciones terapéuticas cambiando el modo tradicional de actuar frente al paciente con tratamientos ?relajantes? de la próstata y otros que reducen el tamaño de la misma.
Sin embargo, Flores Machado considera que el hombre no acude a tratamiento porque sabe que la valoración incluye una exploración física genital y tacto rectal. Es un procedimiento que permite sentir el tamaño y consistencia de la próstata y descubrir si existen o no tumores.
Después de la evaluación prostática sigue el diagnóstico y el tratamiento, que puede ser médico o quirúrgico.
Detección oportuna...
La presencia de síntomas o factores como la disminución del flujo de la orina, el aumento de volumen de la próstata o la edad avanzada, constituyen riesgos de retención urinaria aguda. Por estar razón es necesario acudir al médico tan pronto como se perciba dificultad para orinar.
· La persona se levanta en la noche con frecuencia para orinar.
· El chorro es delgado o intermitente.
· Sensación persistente de orinar.
· Ardor
· Sangre en la orina
FUENTE: JOSÉ LUIS FLORES MACHADO
Especialista en Urología del Hospital del Pedregal