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México, DF.- Los más afectados por la más grave enfermedad mental, la esquizofrenia, son los jóvenes de entre 17 y 24 años de edad, afirmó el especialista del Hospital de Psiquiatría “San Fernando” del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Víctor Manuel Medina Serratos.
En un comunicado de la dependencia, el especialista destacó el uno por ciento de los mexicanos tiene este padecimiento y aunque se desconoce la causa, se sabe que está relacionada con el factor genético.
El afectado, agregó, inicia con dificultad para concentrarse, alteraciones del sueño, aislamiento, ansiedad, descuido en su higiene personal y en sus actividades diarias. Asimismo, indicó que conforme avanza la enfermedad, los síntomas son más devastadores, hasta que se destruye completamente la personalidad del individuo; más aún si no recibe atención medica o abandona el tratamiento. Es común, dijo, que sean familiares o amigos quienes observan cambios en el comportamiento de un esquizofrénico, ya que éste comienza a crear su propio mundo con pensamientos falsos, absurdos, sufre alucinaciones -cree escuchar o ver cosas que no existen- y tiene emociones desquiciadas, lo que se conoce como “autismo”.
Algunos detonantes, continuó, pueden disparar esta enfermedad sobre todo en la adolescencia, por ejemplo: vivir en una familia disfuncional, donde predomina la violencia, el alcoholismo, la drogadicción y un ambiente precario económicamente.
Añadió que el consumo de drogas -hongos, piscotrópicos, peyote y marihuana- es otro factor que saca a flote la enfermedad, si quien las usa tiene antecedentes familiares de este mal.
Medina Serratos refirió que debido a que es un mal incurable sólo se puede controlar con medicamentos, aunque el aislamiento y la apatía persisten.
Consideró que el resultado del tratamiento dependerá del tiempo en que se detecte y dé la respuesta del paciente a las medicinas, aunque algunos pacientes, aún con el manejo médico, no responden favorablemente y tienen un mal pronóstico.
Es importante el apoyo familiar para que el enfermo se mantenga aseado, lo lleven a pasear, caminar y lo integren en lo posible al entorno social, laboral y escolar, sostuvo.
Desgraciadamente, señaló, muchas veces los familiares lo “tachan” de loco, lo mantienen olvidado y lo apartan de toda socialización.
