EL SIGLO DE TORREÓN/AGENCIAS
PIEDRAS NEGRAS, COAH.- Los habitantes de los municipios afectados por las intensas tormentas que han golpeado al norte del país subieron ayer el tono de sus reclamos ante lo que consideran falta de atención de las autoridades ante las necesidades apremiantes de quienes resultaron afectados.
En Piedras Negras Coahuila, aprovechándose de la situación de emergencia y escasez temporal de productos, tiendas de conveniencia y abarrotes comenzaron a especular con productos como leche, agua y otros.
Cuatro inspectores de la Procuraduría Federal del Consumidor, quienes arribaron a esta frontera con la tarea especial de vigilar que no se aprovechen de la tragedia ocurrida a cientos de familias en Piedras Negras, sorprendieron a empleados de una tienda de conveniencia, OXXO, en la Colonia Nísperos donde se reetiquetaban productos básicos.
Según el delegado de Profeco en el estado, Sigfrido Macías, los inspectores revisan que no se oculten básicos ante la emergencia y que no haya aumento de precios por la escasez de agua embotellada y otros.
En el sector Villa de Fuente y colonias cercanas han sido reportados también tiendas de abarrotes por aumentar al doble y triple el litro de aceite.
Evaristo Cadena, dirigente del PAN y síndico del Cabildo, señaló que se requiere más vigilancia en este aspecto ya que la gente está siendo objeto de abusos como pillaje y especulación.
En Nuevo León, el Gobierno del Estado insistió ayer en que los municipios de Los Herreras, China, Los Ramones, General Terán y Anáhuac, deben ser declarados zona desastre, según informó el secretario general de Gobierno, Napoleón Cantú Cerna.
Debido a las intensas lluvias, viviendas, cultivos y animales de varios municipios de ese estado resultaron dañados. La sensación de zozobra creció ayer en el vecino estado luego de que se registrara un temblor de entre 5.5 y seis grados en la escala de Richter y que no dejó víctimas humanas, pero sí daños materiales.
Las autoridades municipales ya evalúan los daños registrados tras las intensas precipitaciones con el objeto de acceder a los recursos del Fonden.
En Nuevo Laredo, Tamaulipas, un día después de que la creciente del río Bravo inundó las partes más bajas de Nuevo Laredo, el Ejército Mexicano continuó con la implementación del Plan DN-III, apoyando a las familias damnificadas en el retorno a sus hogares.
A bordo de varios vehículos militares, aproximadamente 40 elementos del Ejército continuaron con labores de tipo social, al ayudar en el traslado de personas y sus bienes a la colonia El Remolino, que fue la más afectada por la creciente del río Bravo al mediodía del martes.
Por su parte, Rafael Sandoval Hernández, subsecretario de Protección Civil, informó que el saldo de las inundaciones provocadas por el desbordamiento del río Bravo fue mínimo, ya que sólo hubo 54 familias evacuadas y una vivienda dañada en su totalidad.
Dijo que la “cresta” de la corriente fue de sólo 6.30 metros y no de nueve metros como se esperaba. Comentó que pese a ello, la cantidad de agua que corrió por la región de Nuevo Laredo a través del río fue de mil 146 metros cúbicos por segundo y que la alerta se implementó al mediodía del martes, iniciando tres horas después los trabajos de evacuación.
Diez elementos de Protección Civil y diez de la Policía Municipal se sumaron a los militares para llevar a cabo las últimas tareas de retorno de las familias evacuadas.
Al mediodía de ayer la creciente del río había bajado ya a 4.20 metros, toda vez que el nivel normal del afluente es de 1.10 metros.