MILWAUKEE, EU.- La afición beisbolera estadounidense se mantiene en vilo a la espera de que Barry Bonds alcance esta semana el hito histórico de 700 jonrones en las Grandes Ligas, aunque en contra de su gusto, pues siempre prefiere alcanzar sus grandes logros en San Francisco, la sede de su equipo Gigantes.
Bonds, de 40 años, está a punto de batear, 19 años después de su primer jonrón, su cuadrangular número 700, lo cual se espera pueda conseguirlo en la serie de su equipo frente a los Cerveceros de Milwaukee, a pesar de que en el primer partido del martes no pudo hacerlo.
Cuando logre su jonrón 700, será su cuadangular número 42 en esta temporada y el jardinero izquierdo lo espera festejar con el tradicional gesto al cielo en homenaje póstumo a su padre fallecido.
Sólo Hank Aaron, quien bateó 420 de sus 755 jonrones jugando para los Bravos de Milwaukee, y el legendario Babe Ruth (714) han conseguido conectar más de 700 cuadrangulares en un siglo de historia del beisbol de Grandes Ligas en Estados Unidos.
A Bonds le ha costado en los últimos tiempos ver lanzamientos bateables, además de que el toletero está concentrado en la lucha de su equipo por el puesto de comodín para avanzar a las series de postemporada.
Bonds afirma que sus récords no le sabrán bien si nunca gana una Serie Mundial (la final del campeonato nacional de beisbol).
Los Gigantes se quedaron a seis outs de ese logro en el 2002, perdiendo la Serie Mundial ante los Angelinos de Anaheim en siete juegos.
"Lo emocionante es que aún estamos en la pelea y ustedes (los periodistas) pronosticaron que íbamos a terminar penúltimos", enfatizó Bonds a la prensa.
Bonds es impredecible
Bonds, quien es ahijado de otra gloria beisbolera como Willie Mays, no conoce de estrategias. Es impredecible. Despedaza los reportes de los especialistas al igual que los lanzamientos de sus contrincantes y para los lanzadores en las Grandes Ligas es el bateador más disciplinado y poderoso de los últimos diez años.
Aunque en la era moderna el beisbol ha utilizado toda la tecnología disponible para analizar los defectos y virtudes de los jugadores, en los últimos años estos logros científicos no han podido aplicarse cuando Bonds tiene el madero en la mano.
Sus 699 jonrones los ha repartido entre 414 diferentes serpentineros.
Desde el 2001, año en el que impuso la marca de más cuadrangulares en una campaña con 73, Bonds ha visto cómo los pitchers prefieren otorgarle una base por bolas antes de convertirse en uno más de la lista de víctimas de sus batazos de vuelta entera.
Ha recibido 723 bases por bolas desde que impuso esa marca y ha pegado 204 jonrones.
"Es un bateador único en estos tiempos", explicó el toletero mexicano Vinny Castilla, quien esta semana llegó a la cifra de 300 jonrones.
"Es muy completo porque lo mismo pega jonrones que conecta líneas, corre y fildea bien", agregó el mexicano.
Bonds, fiel a los Piratas de Pittsburgh que lo reclutaron y a los Gigantes de San Francisco donde brilló más, ha sido seis veces en su carrera el Jugador Más Valioso de la temporada.
Comparaciones interesantes
Quienes han visto jugar a Ruth, Aaron y Bonds aseguran que son muy diferentes y en especial destacan que de los tres, Bonds es el menos popular entre la afición.
El ex lanzador Elden Auker, de 94 años, afirma que Ruth y Aaaron eran menos temidos que Bonds, pero ambos eran aclamados más por el público.
El legendario Ruth consiguió llegar a 700 jonrones en 8.169 veces al bate, Aaron alcanzó esa cifra en 11,145 oportunidades y Bonds lo logrará en poco más de 9,000 (tenía 9,058 apariciones hasta el juego del martes).
Ruth logró su marca de 714 a los 40 años, pero de forma espectacular cuando pegó tres jonrones el 25 de mayo de 1935 cuando su equipo los Bravos de Boston se enfrentó a los Piratas de Pittsburgh, unos días después se retiró, algo que parece no hará Bonds, buscaría superar la marca de Aaron en el 2005.