05 de abril de 2004.
Washington, (EFE).- El presidente estadounidense, George W. Bush, reiteró hoy que se entregará el control de Irak a los iraquíes el próximo 30 de junio, como está previsto, pese a la inestabilidad en el país y las dudas sobre el plan en el propio Estados Unidos.
"La fecha sigue firme", dijo Bush a los periodistas tras pronunciar un discurso sobre la economía en Charlotte (Carolina del Norte) y reunirse con la familia de un soldado que murió en Irak.
"En mi opinión, cuanto más nos acerquemos a esta fecha, será más probable que desafíen nuestra determinación", recalcó.
Bush realizó estas declaraciones tras un fin de semana especialmente violento en Irak.
Hasta ahora los ataques a los soldados estadounidenses se habían concentrado en "triángulo suní" al norte de Bagdad, la región donde es mayoría el grupo religioso al que pertenece Sadam Husein.
Sin embargo, en los últimos días los partidarios del líder chií Muqtada Al Sadr se han enfrentado a las tropas de ocupación en varias ciudades del país tras la detención el pasado viernes de Mustafa Yaqubi, el representante del dirigente en Nayaf.
Al menos 52 iraquíes, ocho soldados estadounidenses y un militar salvadoreño han muerto en estos incidentes, lo que ha acrecentado las dudas sobre la viabilidad de transferir el poder el próximo 30 de junio a un nuevo Gobierno iraquí, cuya forma de elección aún no ha sido determinada.
"Hay acciones difíciles en Irak, pero mantendremos el rumbo", declaró Bush en su discurso.
Desde Bagdad, Dan Senor, un portavoz de la coalición extranjera que administra el país, dijo que EU cumplirá su "compromiso" de entregar la soberanía, pero enfatizó que mantendrá "un papel prominente en seguridad" y en la reconstrucción.
Tras la transferencia de poder el administrador civil de Irak, Paul Bremer, abandonará el país. Al mismo tiempo, Estados Unidos establecerá su mayor embajada en el mundo en Bagdad, con tres mil empleados, y su ejército prevé mantener unos 100 mil soldados en los próximos dos años acantonados en el país.
No obstante, el aumento de los ataques de milicianos sunís e infiltrados extranjeros en las últimas semanas y la oposición armada del grupo chií liderado por Al Sadr complica estos planes.
En respuesta, el jefe del Mando Central del Ejército estadounidense, John Abizaid, ha pedido al Pentágono que considere la posibilidad de aumentar el contingente militar en Irak, según informó hoy la cadena de televisión estadounidense CNN.