Los memorandos salieron a la luz porque el Gobierno se vio obligado a entregárselos a la Unión Estadounidense de Libertades Civiles (ACLU, en inglés)
Washington, (EFE).- Los prisioneros de Guantánamo han sido sometidos a palizas y asfixias, encadenados en posiciones incómodas durante más de un día y les han colocado cigarrillos encendidos en sus oídos, según denunciaron agentes del FBI a sus superiores.
En una serie de memorandos escritos durante dos años hasta agosto y hechos públicos hoy, miembros de la Policía Federal de EU (FBI) dijeron haber sido testigos de esas "técnicas de tortura" en los interrogatorios, como las calificó uno de ellos.
Relataron, por ejemplo, que los prisioneros fueron encadenados al piso en posición fetal, privados de agua y comida, forzados a defecar y orinarse encima, y sometidos a extremos de frío o calor durante períodos de "18, 24 horas o más".
Un agente explicó en un correo electrónico fechado el pasado 2 de agosto que encontró a un reo en una sala de interrogatorios sin ventilación a una temperatura de más de 38 grados.
"El detenido estaba casi inconsciente en el suelo, con un montón de pelo a su lado. Parece que se había arrancado el cabello literalmente durante la noche", afirmó.
Otro agente dijo haber visto a un prisionero envuelto en una bandera de Israel bajo luces intermitentes y con música alta.
Además, los interrogadores militares se hicieron pasar por agentes del FBI, lo que hizo que un miembro de este cuerpo escribiese el 5 de diciembre del año pasado un memorando para dejar constancia de esta actuación.
"Si este detenido es liberado algún día y su historia sale a la luz, los interrogadores del Departamento de Defensa no serán acusados de nada, porque estas técnicas de tortura fueron realizadas por interrogadores del 'FBI'", afirmó.
Los memorandos salieron a la luz porque el Gobierno se vio obligado a entregárselos a la Unión Estadounidense de Libertades Civiles (ACLU, en inglés).
Esta organización no gubernamental había presentado una demanda en base a la ley de transparencia pública para que las autoridades divulguen documentos sobre el maltrato de los detenidos.
Los informes de los agentes del FBI dejan claro que las personas que perpetraron los abusos creían contar con la aprobación de las más altas autoridades en Washington.
En uno de ellos, fechado el pasado 22 de mayo, un agente se refirió a una "Orden Ejecutiva" del presidente que permite métodos de interrogación "que van más allá de los límites de las prácticas normales del FBI".
Entre esas prácticas citó privar a los prisioneros de sueño, someterlos a música alta, encapucharles y obligarles a adoptar posiciones corporales "estresantes".
El Pentágono ha indicado que la orden a la que se refiere este agente fue firmada por el secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, no por el presidente, en mayo de 2002 y fue modificada posteriormente después de que los abogados militares se quejasen de que esos métodos eran ilegales.
Otro documento, fechado el 21 de enero de este año, señala que la técnica de hacerse pasar por agentes del FBI, "como todas las usadas en estas situaciones, fueron aprobadas por el subsecretario de Defensa", Paul Wolfowitz.
El Pentágono no se ha pronunciado sobre estas últimas alegaciones, que se añaden a una caterva de informes que apuntan a que militares estadounidenses torturaron a detenidos en Irak, Afganistán y la base estadounidense de Guantánamo en Cuba.
El portavoz de la Casa Blanca, Scott McClellan, dijo hoy que "si ha habido abusos, esperamos que sean investigados completamente, que se depuren responsabilidades y se tomen medidas para que no ocurran de nuevo".
Actualmente, Estados Unidos mantiene encarcelados de forma indefinida a unos 550 prisioneros en Guantánamo y sólo un puñado de ellos que serán juzgados por un tribunal militar especial han tenido contacto con un abogado.
Las nuevas pruebas de abusos llegan cuando Rumsfeld está bajo presión para que dimita por los errores en su plan para la reconstrucción de Irak y la falta de blindaje en los vehículos y de equipamientos adecuados para las tropas estadounidenses destacadas en ese país.
El presidente de EU, George W. Bush, sin embargo, le reiteró ayer, lunes, su confianza y lo describió como "una persona buena y decente". Rumsfeld "ha hecho un buen trabajo y estoy muy contento de seguir trabajando con él", añadió.