Reportajes

Agotado, el bolsillo de los laguneros

POR MARÍA ELENA HOLGUÍN

Una penosa "cuesta de enero"... todos los meses

Cuando el ingreso es insuficiente, ahorrar es imposible

Torreón, Coah.- Pablo Huereca tuvo que pedir prestados mil 200 pesos para pagar las nuevas placas y todos los derechos vehiculares de este año; todavía no sabe cómo resolverá el monto del Impuesto Predial y las deudas que se hayan generado tras el gasto decembrino.

De oficio jornalero, dice que prefiere recurrir a algún conocido que empeñar sus pertenencias a cambio de dinero y atender estos compromisos “porque luego las infracciones salen más caras”.

Con la resaca de las fiestas de cada diciembre, sobrevienen las dificultades económicas para afrontar los gastos del inicio de año y como Pablo, miles de personas deberán planear la mejor manera de superar la “cuesta de enero”.

Para el delegado de la Procuraduría Federal del Consumidor en Torreón, Adolfo Franco Ruvalcaba, el término de “cuesta de enero” ya no se aplica en la actualidad, aunque sí es necesario que las familias organicen sus gastos, de ser posible desde antes que comience el Año Nuevo.

Años atrás, el mes de enero era propicio para ajustar precios y tarifas de los servicios prestados por el sector público, lo cual se reflejaba en recibos de agua potable y energía eléctrica más elevados, un costo más alto de la gasolina y mayores impuestos en general.

Esto lo convertía en un mes particularmente difícil para el grueso de los mexicanos en el terreno del presupuesto familiar, sobre todo unas semanas después de haberse excedido en las compras navideñas gracias al aguinaldo y los ahorros de todo el año.

Al decir de Franco Ruvalcaba, las cosas han cambiado y enero puede resultar como cualquier mes; incluso hay otras temporadas que llegan a representar un mayor esfuerzo económico, como el inicio del ciclo escolar en que los padres y madres deben realizar la compra de útiles, uniformes, zapatos y el pago de inscripciones y colegiaturas a los planteles; la planeación de vacaciones también suele ser motivo de un fuerte sacrificio para el bolsillo.

Si los trabajadores organizan su presupuesto y en la medida de sus posibilidades, cultivan la práctica del ahorro, pueden recibir el año con la tranquilidad de contar con el dinero necesario para afrontar los gastos más urgentes.

Sin embargo, el delegado de la Profeco reconoce que por desgracia, se ha perdido el hábito del ahorro, no porque la gente no quiera, sino por la carencia de un ingreso suficiente que permita contar con el dinero para cubrir los compromisos del momento y guardar otro poco para cualquier situación que se pueda presentar.

En el caso de los trabajadores que tienen una baja percepción salarial, la recomendación es que, antes de realizar cualquier compra, comparen precios y el consumo sea lo más racional posible, ubicando los establecimientos que ofrecen mejores condiciones de precios, calidad, garantías y seriedad en los plazos de entrega de los artículos que ofrecen.

Para los gastos propios del comienzo de año, la alternativa es aprovechar los descuentos o eliminación de recargos que las dependencias de Gobierno ofrecen a quienes realizan el pago oportuno de sus impuestos, que regularmente es durante los primeros tres meses.

Otra recomendación es tener mucho cuidado con las deudas que se contraen por medio de créditos, sobre todo ahora que hay tanta facilidad para obtener una tarjeta bancaria o la oportunidad de comprar en plazos.

Es indispensable revisar bien los contratos antes de firmarlos y que se establezcan las condiciones del crédito, de manera que el contratante pueda hacer frente a los pagos.

Montepío, un alivio

Una alternativa para afrontar los gastos de enero para quienes se quedaron sin dinero es el Nacional Monte de Piedad, que cada comienzo de año registra un aumento en su actividad de hasta un 80 por ciento.

Cada mes, la institución registra ingresos aproximados a los seis millones de pesos, aunque el primero de cada año se elevan hasta en un diez por ciento. El gerente de la institución, Francisco Javier Herrera López, comenta que para el Montepío no existen estratos sociales: lo mismo acude a solicitar los servicios un mecánico que empeña sus herramientas de trabajo, que el dueño de un vehículo de lujo que decide separarse de éste por un tiempo para resolver problemas más prioritarios.

El Nacional Monte de Piedad suele ser la salvación para empresarios que tienen problemas económicos y que obtienen recursos para pagar la nómina y los aguinaldos de sus trabajadores; hay quienes lo hacen como una medida de seguridad, depositando sus joyas y otros objetos de valor para evitar que sean robados; otros, simplemente recurren para obtener algo a cambio de sus pertenencias y con ello satisfacer las necesidades del día.

Por desgracia, esto último es mayoría, pues según Herrera López, el 50 por ciento de los usuarios lo hace por problemas económicos, derivados de otras situaciones como la inflación o el desempleo.

Año con año aumenta la prestación de los servicios, lo cual refleja que la crisis se extiende entre la población y que las familias enfrentan una situación económica difícil.

En atención a esa demanda, el Nacional Monte de Piedad ha establecido mecanismos de operación modernizados de tal forma que el período de tiempo en que se atiende a una persona es de un máximo de 30 minutos, siempre y cuando el usuario llegue al mostrador cumpliendo el requisito de llevar a la mano su credencial de identificación con fotografía.

Para el gerente de la sucursal de Torreón, es importante que la gente sepa que el Montepío no tiene fines de lucro ni dolo y que aplica intereses más bajos sobre cualquier tipo de préstamo, además que puede llegar a dar facilidades para que la gente desempeñe y recupere sus prendas tras el período de vencimiento que es de un mes.

Esto a diferencia de los bazares o particulares que se dedican a facilitar dinero, quienes cobran hasta un diez por ciento de interés y difícilmente pueden garantizar la seriedad del servicio que prestan.

A este respecto, Francisco Javier Herrera dijo que se han conocido casos de personas que solicitaron prestada una mínima cantidad de dinero en dichos establecimientos o con los agiotistas, pero a los pocos meses la deuda se multiplicó y hasta se volvió impagable.

Utilizar los módulos

Edgardo Ayup Guerrero, titular de la Oficina de Control Vehicular de la Recaudación de Rentas del Estado en esta ciudad, considera que a pesar de que la situación económica es cada vez más difícil, la gente es más consciente y muestra mayor disposición para cumplir con sus contribuciones fiscales, debido a que éstas se ven reflejadas en obras e infraestructura.

En función de ello, el Gobierno Estatal pone lo que está de su parte para ofrecer un mejor servicio y facilitar los trámites, mediante la instalación de módulos para el pago de los Derechos de Control Vehicular, el que también se puede realizar en las 15 sucursales bancarias habilitadas para ello.

Sin embargo estas alternativas son poco socorridas toda vez que en 2003, de los 45 mil estados de cuenta de contribuyentes cumplidos que fueron enviados a domicilio, sólo 18 mil fueron cubiertos en los módulos de la Recaudación de Rentas.

A partir del próximo día 15, se instalarán cinco módulos para la recepción de contribuciones por derechos vehiculares en igual número de establecimientos comerciales.

Al decir del encargado de Control Vehicular, el padrón de contribuyentes cumplidos creció este año en siete mil u ocho mil más, de tal forma que se ya se están haciendo llegar cerca de 53 mil estados de cuenta a domicilio.

Este aumento se debió a que desde 2001 se estableció el Bono el Contribuyente Cumplido, que consiste en la aplicación de un cinco por ciento de descuento sobre el pago total de los derechos, incluyendo la tenencia federal, a quienes realicen sus pagos durante los tres primeros meses del año.

Sin embargo, el rezago sigue existiendo, pues en lo que corresponde a 2003, cumplió el 75 por ciento del padrón total de vehículos registrados.

Aunque la medida de cambiar las placas de circulación cada tres años ha sido muy cuestionada, Edgardo Ayup refiere que es una normatividad de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes que ha servido para ofrecer mayor seguridad a los propietarios de un vehículo, en tanto que al Estado le permite detectar con rapidez a quienes incumplen con los pagos.

Recomendaciones

En tiempos de crisis económica, en los que el incremento salarial fue apenas de 1.76 pesos y está de por medio el factor desempleo, vale la pena tomar en cuenta las recomendaciones para hacer la mejor aplicación del poco o mucho dinero que se tenga.

El economista de la Facultad de Administración Fiscal y Financiera de la Universidad Autónoma de Coahuila, Juan Antonio García Arenas, considera que cada año las familias de clase baja y media, principalmente, se enfrentan a la “cuesta de enero”, la cual no dejará de existir mientras que los incrementos en el costo de los bienes y servicios sean automáticos e inerciales, es decir, de acuerdo con la inflación, ni las empresas retribuyan a sus trabajadores con un salario digno.

Paradójicamente, es la clase baja la que cumple en mayor medida con el pago de sus contribuciones, sobre todo de Impuesto Predial, mientras que el grueso de las familias de clase media espera a que venzan los plazos y se les acumulen los recargos.

Desde diciembre, las familias deben cuidar el gasto y no abusar de la disposición de dinero que se da gracias a la gratificación anual y los ahorros de todo el año.

En este sentido, García Arenas considera que debe evitarse el gasto excesivo en fiestas, cenas y regalos propicio de esa temporada.

Durante el mes de enero, la restricción debe ser mayor y evitar los gastos superfluos como las bebidas alcohólicas y los cigarros.

Quienes enfrentan una situación económica aún más difícil, deben extremar los cuidados al momento de surtir la despensa, de tal forma que se compre lo más indispensable para el consumo familiar y procurar acudir a los establecimientos que ofrezcan mejores precios.

Aunque sea en forma temporal, pueden realizar alguna actividad remunerable que complemente los ingresos que obtienen en su fuente de trabajo.

Utilizar lo menos posible el vehículo en busca de un ahorro de combustible (que también registró un aumento) y limitar las visitas a restaurantes y los viajes, en este caso para quienes tienen un mejor ingreso salarial que les permite realizar este tipo de gastos, puede ayudar a solventar la situación en tanto se da la recuperación conforme avance el año.

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