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EL VATICANO.- El papa Juan Pablo II cumplió 84 años ayer, luciendo radiante mientras le cantaban “Feliz cumpleaños” y agradeció a Dios el “regalo de la vida”.
El frágil pontífice insistió en mantener su horario de trabajo normal -reuniéndose con líderes de Gobierno, obispos extranjeros y una delegación de fieles- pero asistió a un almuerzo de cumpleaños en el que compartió un pastel con sus asesores más cercanos.
La ocasión también estuvo marcada por la publicación de su libro más reciente, que mezcla recuerdos de su nativa Polonia, un toque de autocrítica y una defensa del celibato sacerdotal.
“Será un día de trabajo normal y, por encima de todo, un agradecimiento a Dios por el regalo de la vida”, dijo el portavoz del Vaticano, Joaquín Navarro Valls. El vocero informó que la Santa Sede se vio inundada de felicitaciones de cumpleaños.
Juan Pablo II, que en octubre cumplió 25 años en el papado -el tercer pontífice en la historia que ha permanecido más tiempo en el trono de Pedro- sigue adelante con su labor a pesar de padecer el mal de Parkinson y problemas en la cadera y la rodilla.
A principios del próximo mes planea hacer un viaje de dos días a Suiza, su primera salida al extranjero desde que hizo un peregrinaje a Eslovaquia en septiembre.
Ayer recibió a obispos estadounidenses que lo visitaron y al primer ministro José Durao Barroso de Portugal, cuya delegación le cantó repentinamente “Feliz cumpleaños” en portugúes. El Papa se mostró evidentemente complacido, sonriendo y alzando su mano derecha para bendecir al grupo.
En las librerías en Italia y en otras partes, salió a la venta el trabajo literario más reciente del Papa, “¡Levantaos! ¡Vamos!”. Es una secuela de “Don y misterio”, un recuento de los primeros años del pontífice como sacerdote, publicado en 1996.
