EL SIGLO DE TORREÓN
Analiza la Semarnat el Manifiesto de Impacto Ambiental y las ponencias de diferentes representantes de sectores
COMARCA LAGUNERA.- Las acusaciones son mutuas. Los laguneros a favor de la construcción de las presas dicen que hay intereses de los que no las quieren y dan nombres. Los opositores argumentan también fuertes intereses de los que desean las presas, “pues ya acapararon derechos de agua”. Mientras tanto, la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), analiza el Manifiesto de Impacto Ambiental y las ponencias recibidas en el Foro realizado ex profeso para emitir el dictamen.
“Es cierto que con la construcción de las presas del río Aguanaval, se beneficiarán los usuarios de San Juan de Guadalupe, Durango, pero tengo la certeza de que ya los ‘coyotes’ o los ricos, compraron la gran mayoría de los derechos de agua”, afirma Jesús Contreras Pacheco, ex presidente municipal de Matamoros, Coahuila.
El tema de las presas es de interés entre el campesinado de la Región Lagunera, pero también se han involucrado empresarios “que no saben nada del campo”, dice por su parte, Carlos Delgado López, presidente del Parque Industrial Las Américas.
La Comisión Nacional del Agua (CNA), ha realizado más de 20 foros ante distintos auditorios para dar a conocer el proyecto de las presas El Tigre y Cañón de la Cabeza, en los que destacan los beneficios, como dar seguridad a los habitantes y productores del cuadro bajo de Matamoros, entre ellos Congregación Hidalgo, Petronilas y Flor de Mayo.
Contreras Pacheco considera que los acaparadores se adelantan a las circunstancias, “como sucedió con la Reforma al 27 Constitucional, pues antes que se decretara ya andaban comprando todos los derechos y norias ejidales del Distrito de Riego 017. Cuando se vino la Reforma, ya estaban posesionados de todo”.
Con las presas, añade, “los productores privados van a tener el agua segura y les han de haber dado una miseria a los campesinos, como siempre. La bronca es que no vamos a tener recarga del acuífero y al rato vamos a estar tomando arsénico en La Laguna. Ya San Pedro, Madero, Tlahualilo y Matamoros, tienen ese problema y me atrevo a presumir que también en Torreón lo tienen y sería conveniente se investigara a fondo”.
Tras señalar que las únicas formas de recargar el acuífero son a través de los ríos, reconoce que cuando se vienen las avenidas, ocasionan daño en la parte baja de Matamoros, “pero también es cierto que durante muchos años hemos luchado porque se realice una rehabilitación integral que se requiere en ese lugar, que consiste en la modernización de las compuertas y que vuelvan a tener los bordos que antes se tenían en la parte baja, de hasta dos metros de altura”.
Es necesario, insiste, en la limpia de ese tramo que permita en realidad el aprovechamiento del agua por parte de los campesinos, porque cuando se vienen las avenidas fuertes, lo más que se aprovecha es un diez por ciento”.
La rehabilitación del cauce en el cuadro bajo, dice, costaría entre 40 y 50 millones de pesos y se puede abarcar una gran superficie para cultivos, pero existe la negativa sistemática por parte de la CNA.
Necesarias
Para el empresario, Carlos Delgado López, originario de San Juan de Guadalupe, Durango, las presas son muy necesarias. “Cada año ha ido aumentando el azolve y está demasiado alto el cauce y los muros que ha hecho la Comisión Nacional del Agua, han sido puros mejorales”.
Si llegara una avenida fuerte, dice el también presidente de la agrupación Laguneros por el Agua, nadie sabe qué pasaría en La Laguna. “No quisiéramos que nos pasara lo de Piedras Negras, pues sería una cosa tremenda”.
La presa del Cañón de la Cabeza, enfatiza, será reguladora, no va quedar con nada de agua en las avenidas sino que la soltarán en forma regulada y en cuanto a la presa El Tigre, almacenará sólo 14 millones de metros cúbicos, “muy poco para el volumen que trae el río con las avenidas, pues llegan a pasar hasta 300 millones”.
Califica de terquedad a la gente de no aceptar las presas, si se considera que sería poca el agua que almacenará El Tigre que, con el agua que tendría, serviría para que los campesinos, de manera ordenada, puedan programar sus cultivos.
Las ventajas de las presas, destaca, serían evitar las inundaciones en la parte baja, sacar el agua poco a poco. “El año pasado se perdieron en Viesca 200 millones de metros cúbicos y de otra manera, si se saca durante 60 días, se puede aprovechar por los campesinos y se recarga el acuífero”.
Motivos
La principal razón por la que se oponen algunos productores, considera, es que ya no podrían aprovechar el agua que fluye constante de los manantiales que hay en el río y sumado a las avenidas, “pues siempre tienen agua los Cedillo, Aguiñaga y otros, que han aprovechado desde hace muchos años el agua gratis, pero no creas que es poquita, es mucha agua”.
Si se construye la presa, los manantiales se quedan dentro y ya no van a tener el control del agua. “Hay mucho interés y le han metido a la gente de Matamoros y Viesca, que se van a ver afectados, pero de veras, en San Juan de Guadalupe y sus comunidades, están pobrísimos... hay que darles agua”.
Delgado López asegura no ser agricultor, “ni sé de agricultura. Dicen que tengo tierras... no es cierto, son puros inventos, no tengo nada. Ni Ulises (el diputado Fernando U. Adame de León) ni yo tenemos tierras. Yo tengo mi empresa, no voy a andar quitando nada a los campesinos”.
Para Fernando Gerardo Aguiñaga Hernández, presidente del Módulo de Riego XIX del Cañón de Jimulco, las presas serán “elefantes blancos”, pues no hay agua en el río para que se justifique su construcción.
El gerente regional de la Comisión Nacional del Agua, Miguel Ángel Jurado Márquez, dice Aguiñaga Hernández, ha hecho cinco variaciones al proyecto original. “Según la CNA, la presa Cañón de la Cabeza no va a guardar una gota de agua, pero la realidad es que sí la van a retener.
“Fuera de Ulises, Carlos Delgado y los miembros de Laguneros por el Agua, nadie quiere las presas, pues sabemos que lejos de beneficiar, van a perjudicar la región”. Aclaro que “yo no soy político, soy productor del campo que también me preocupo por el futuro de La Laguna y los hijos de todos nosotros”.
Aspecto ecológico
Arturo Orona Pereyra, coordinador de la Administración de la Reserva Ecológica Municipal, Sierra y Cañón de Jimulco, asegura que de acuerdo a biólogos y geólogos que han visitado ese Cañón, la construcción de las presas será perjudicial para la biodiversidad existente río abajo.
Hay plantas endémicas (en peligro de extinción) que desaparecerían, como la Noa, lo que por desgracia omite el Manifiesto de Impacto Ambiental, resalta Orona Pereyra.
“De la presa El Tigre, Ulises Adame dice que la justificación es económica, de los productores de San Juan de Guadalupe, pero con presa o sin ella, la situación no va cambiar para los campesinos de ese lugar, según lo admite el Manifiesto de Impacto Ambiental”.
En los foros que se han realizado, señala, nunca ha habido consenso en la construcción de las presas. “De las 25 ponencias en el Foro sobre el Cañón de la Cabeza, sólo seis estuvieron a favor y en la del Tigre, de las 30 fueron ocho a favor. Ojalá que los foros no hayan sido mero trámite y tomen en cuenta las ponencias”.
Postura de la CNA
El documento de la Comisión Nacional del Agua, denominado “Infraestructura hidráulica en el Aguanaval”, destaca que la capacidad del cauce en la parte baja del río es limitada y se estima que caudales mayores a 300 metros cúbicos por segundo (m3/s), ocasionan daños por inundación.
Los objetivos de las presas, precisa la CNA, son inducir la infiltración al acuífero, atender el problema de las inundaciones recurrentes, consolidar el aprovechamiento del agua de la cuenca. Además, la presa Cañón de la Cabeza permitirá el control de avenidas, la consolidación de áreas de riego y recarga del acuífero.
Asimismo, con la presa del Tigre, dice el documento, se controlarán las avenidas y se podrá consolidar el riego en zonas de alta marginalidad. Aunado a lo anterior, se reglamentará el uso y aprovechamiento de las aguas del río Aguanaval, desde la presa Cazadero hasta La Laguna de Viesca.
Postura firme
Pedro Vázquez Rodríguez, presidente de la Cámara Agrícola y Ganadera de Torreón, reitera su postura respecto al proyecto de las presas del río Aguanaval: No a las almacenadoras.
“Si las presas son derivadoras o rompepicos, que se hagan, pero si las quieren para almacenar no estamos ni estaremos nunca de acuerdo”, dice el dirigente de los productores agropecuarios.
Tras reconocer el riesgo que corren los habitantes de algunas comunidades de la parte baja del río, añade que se justifican las presas derivadoras para que controlen las avenidas fuertes, pero no para que almacenen el agua arriba en beneficio de unos cuantos.
La recarga del acuífero, comenta, es el principal motivo para permitir que corra el agua hasta el cuadro bajo de Matamoros. “Los productores del campo somos de los más interesados en mantener nuestra fuente de trabajo y por ello hay que garantizar la recarga y hacer un uso racional del agua”.
Recordó que la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) analiza el Manifiesto de Impacto Ambiental y las ponencias presentadas en los Foros que organizó, de tal forma que se espera un dictamen que beneficie a la mayoría de los laguneros.
INVERSIÓN
De 1998 a la fecha, la Comisión Nacional del Agua ha invertido 62.5 millones de pesos en la infraestructu-ra del río Aguanaval para evitar desbordamientos con las avenidas.
AÑO ACCIÓN INVERSIÓN
1998 Protecciones marginales a la altura del ejido La Flor, 1’465,000.00
municipio de Torreón, Coah.
1999 Protecciones marginales en el ejido La Barranca, del 1’240,000.00
municipio de San Juan de Guadalupe, Dgo.
2000 Construcción de espigones, protecciones marginales a 24’731,541.00
los canales, rehabilitación y desazolve de presas deriva-
doras y canales de riego, reposición de bordos y diques
para la protección a centros de población.
2001 Desazolve y limpieza de presas derivadoras, reposición 23’495,656.00
de bordos, construcción de ataguías, reencauzamiento de
drenes y rehabilitación de compuertas en las presas de-
rivadoras.
2002 Restitución y reforzamiento de bordos, acondicionamiento 2’636,000.00
de la estación de aforo “La Flor”, arreglo de 85 Km. de
canales y sus tomas para el manejo de las avenidas.
2003 Trabajos de rectificación y encauzamiento del Aguanaval 9,002,800.00
así como la rehabilitación de bordos marginales.
INVERSIÓN TOTAL 62’570,997.00
FUENTE: Comisión Nacional del Agua