Agencias
LONDRES, INGLATERRA.- El presidente de la Reserva Federal, Alan Greenspan, acaparará la atención de los mercados esta semana ya que podría ofrecer señales sobre qué tan rápido subirán las tasas de interés en Estados Unidos a medida que los altos precios del petróleo comiencen a afectar a la economía.
Cuando el banco central estadounidense subió las tasas de interés a principios de mes por segunda vez este año, dijo que la economía se encaminaba hacia un crecimiento más acelerado, con lo que sugirió que continuaría con un ritmo "mesurado" en el endurecimiento de la política monetaria.
El Comité de Federal de Mercados Abiertos (FOMC, por sus siglas en inglés), el órgano de toma de decisiones de la Fed, también reconoció que los crecientes precios de la energía estaban pesando sobre la economía de Estados Unidos y que el ritmo de mejora del mercado laboral se había desacelerado.
Sin embargo, consideró que la debilidad de la economía sería un fenómeno pasajero.
Greenspan tiene programado hablar el viernes en un acto del Banco de la Reserva Federal de Kansas City, en el estado de Wyoming.
"Se trata de una continuación del comunicado del FOMC. Los mercados están observando si los precios más altos del petróleo van a pesar sobre la situación de las contrataciones", dijo Mark Miller, economista de Halifax Bank of Scotland Treasury Services.
"En la parte de las manufacturas, los precios de la energía están teniendo un efecto deprimente. Pero en general, las perspectivas económicas para el resto del año son razonablemente brillantes y el mercado está buscando oír la confirmación de esto", agregó.
Los datos económicos de la pasada semana empañaron el panorama de la manufacturación, con sondeos que mostraron que la actividad en las fábricas del estado de Nueva York se desaceleró fuertemente a principios de agosto, mientras que la producción en las fábricas de la costa este de Estados Unidos disminuyó y hubo una fuerte caída en los pedidos nuevos.
Esto, combinado con un una menor creación de empleos, excluido el sector agrícola, y una lectura insípida de los precios al consumidor, hicieron crecer las expectativas de que la Fed podría permitirse el lujo de seguir con su plan de subir gradualmente las tasas de interés.
Los precios del petróleo se encaminaron rápidamente a nuevos máximos, impulsados por la violencia en Irak y el constante crecimiento de la demanda procedente de China y de la India.
A la espera de reportes
En Estados Unidos, los datos de los bienes duraderos en julio se publicarán mañana, mientras que la segunda estimación sobre el crecimiento económico en el segundo trimestre se conocerá el viernes, junto con una lectura final del índice de la confianza del consumidor de la Universidad de Michigan.
"Estados Unidos ganará probablemente una medalla de oro por señales pesimistas sincronizadas en indicadores importantes, incluidos precios más altos del petróleo, acciones más débiles y un declive en la consulta de la Fed de Filadelfia, en el sondeo de New York Empire State y en el índice de indicadores anticipados", dijo Lena Komileva, economista del mercado del G7 de Prebon Marshall Yamane.
"Todo esto ha creado riesgos inconvenientes para el panorama del crecimiento y la próxima publicación de datos", agregó.
En Europa, el foco de atención será el jueves al publicarse el indicador del clima de negocios IFO de Alemania. El índice principal del clima empresarial se espera que caiga a 95.1 en agosto de 95.6 en el mes previo.
Devorarán ganancias
Los altos precios del petróleo podrían devorar los márgenes de ganancias corporativas en los próximos trimestres, pues la resistencia de los consumidores, que ya está sintiendo el aguijón de los precios, pudiera impedir que las compañías superen los crecientes costos del combustible.
Mientras el crecimiento de las ganancias pudiera desacelerarse, estrategas y economistas dijeron que los mercados bursátiles ya han considerado la posibilidad de que el petróleo alcance la cifra de 50 dólares el barril, impulsado por la fuerte demanda de China e India y temores de recortes de abastecimiento por los combates en Irak y la tensión política en Venezuela.
"Si el petróleo llega a entre 50 y 55 dólares, la historia cambia", dijo Nariman Behravesh, economista jefe de Global Insights, sobre las ganancias corporativas.
"Si permanece en el rango de 40 a 45 dólares, el crecimiento puede continuar. De lo contrario, los márgenes de ganancia serán estrujados", agregó.
Los futuros del petróleo para octubre se cotizaban ligeramente a la baja ayer, a 46.54 dólares el barril, después de registrar pérdidas el pasado fin de semana, cuando el contrato para septiembre en su último día de cotización no pudo romper el nivel de los 50 dólares.
Las corporaciones estadounidenses han experimentado fuerte crecimiento de ganancias y márgenes de beneficios mayores en el último año, alentadas por incrementos en la productividad y los recortes de costos que han dejado a algunas compañías con menos capacidad para compensar el incremento en los precios del petróleo.
"La mayoría de los modelos sugeriría que un sostenido incremento de diez dólares en el petróleo toma entre un cuarto y medio por ciento del crecimiento del Producto Interno Bruto después de uno a tres años y un par de puntos porcentuales del crecimiento en ese período", dijo Andrew Milligan, jefe de estrategia mundial de Standard Life Investments, que administra activos de aproximadamente 160 mil millones de dólares.
