el país
PEKÍN, CHINA.- La “gripe aviaria” prosigue su avance. Ayer, Tailandia reconoció otra muerte por el virus -la octava víctima confirmada por la OMS- y el Gobierno chino admitió la existencia de la enfermedad en granjas del sur del país. Ante la expansión de esta gripe, que afecta ya a diez países asiáticos, la OMS y la FAO advirtieron de forma conjunta que se trata de “una seria amenaza global para la salud humana” y pidieron ayuda para los países que luchan contra la epidemia. Si la forma más peligrosa del virus H5N1, actualmente en expansión en Asia, se combina con la de la gripe humana común, que se desplaza hacia el continente, podría provocar una pandemia y la muerte de millones de personas, alertó la OMS.
Lee Jong-wook, director general de la OMS, aseguró, sin embargo, que si se produce la colaboración internacional, “la situación se puede controlar antes de que alcance proporciones globales”. China dijo que ha detectado el patógeno en la provincia de Guangxi, lo que eleva a diez el número de países afectados, pero aseguró que ninguna persona se ha infectado. Tailandia anunció su segunda víctima mortal por el denominado virus H5N1, un niño de seis años, que falleció el martes. Hasta ahora han muerto ocho personas por la enfermedad -19 si se toman en cuenta los casos sin confirmar-.
“Aunque no se ha producido aún, la denominada gripe aviar presenta riesgos de evolucionar a un patógeno humano eficiente y peligroso”, dijeron en su comunicado conjunto la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Organización para la Agricultura y la Alimentación (FAO, por sus siglas en inglés) y la Organización Mundial para la Salud Animal (OIE, por sus siglas en inglés). Con objeto de hacerle frente, solicitaron donantes que suministren “fondos y ayuda técnica a los países afectados para ayudarles a eliminar esta amenaza”. Un total de diez países han detectado casos de la denominada gripe del pollo desde diciembre pasado: Corea del Sur, Vietnam, Tailandia, Japón, Taiwán, Camboya, Indonesia, Pakistán, China y Laos. Decenas de millones de aves han muerto o han sido sacrificadas en Asia para intentar detener la propagación de la epidemia.
De momento, no hay constancia de que el virus se contagie de persona a persona. Pero “si circula durante mucho tiempo entre personas y animales de granja, hay un riesgo creciente de que evolucione a una cepa de la gripe que provoque una pandemia”, asegura el comunicado. “Esto es una seria amenaza global para la salud humana”, dijo Lee Jong-wook.
“Hay que trabajar desde hoy, no desde mañana, para impedir que esta mutación a escala molecular se produzca”, reclamó Shigeru Omi, director de la OMS en la región Asia-Pacífico, en rueda de prensa en Hanoi (Vietnam), informa France Presse. Porque si muta, podría producirse “una pandemia mundial que no mataría a centenares, sino a millones de personas”. El riesgo está aumentando, según Omi, “porque la gripe humana del tipo H3N2 se está desarrollando actualmente en Europa y América del Norte y se aproxima a Asia”.
“Tenemos aún una breve oportunidad ante de nosotros para eliminar esa amenaza’, quiso tranquilizar Jacques Diouf, director general de FAO. Además, según los tres organismos, a diferencia de lo que ocurrió con el Síndrome Agudo Respiratorio y Severo, la gripe aviar se conoce bien, existen métodos de diagnóstico fiable y hay medicamentos -antivirales- efectivos, aunque costosos, para tratar a las personas. No se prevé que haya una vacuna antes de seis meses.
El Gobierno chino reconoció que ha detectado el virus en una granja de patos en la provincia sureña de Guangxi. El anuncio se ha producido después de que la prensa de Hong Kong publicara que cientos de aves habían muerto en esta región fronteriza con Vietnam y de que la OMS mostrase “gran preocupación” por la falta de información sobre la situación en China.
“Nos han informado esta noche y nos han dicho que no hay personas infectadas por el virus”, explicó Julie Hall, portavoz de la OMS en Pekín. Un total de 14 mil aves han sido sacrificadas en un radio de tres kilómetros alrededor de la granja, situada en Dingdang, a unos 100 kilómetros de la frontera con Vietnam. Todos los animales en un radio de cinco kilómetros han sido puestos en cuarentena. Pekín dijo que está investigando si los brotes identificados en otras dos provincias, Hunan y Hubei, se deben al virus, como sospechan los veterinarios locales.