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México, DF.- Su historia en la música y en la actuación suman ya 16 años, pero hoy Alejandra Guzmán se ve y se siente mucho mejor que cuando empezó; los excesos quedaron atrás, aunque no la honestidad ni la locura que la caracterizan.
Más aún cuando el próximo dos de Diciembre culminará una gira de conciertos en el Auditorio Nacional, con temas de su disco Lipstick, que marcó un renacimiento en su carrera y una renovación como ser humano.
En las palabras de Alejandra Guzmán destaca la franqueza y la fragilidad, de una mujer ávida de amor sincero. En su futuro artístico, están las ganas de hacer muchas cosas, como un cortometraje sobre la vida de una pintora que ya murió, ?pero a la que me parezco mucho y no digo más, porque después me ganan la idea?.
De la única cosa que se arrepiente la Guzmán, en este andar en la vida artística, es de no haber podido escoger mejor una pareja.
?Es fácil tener un hombre a mi lado, cuando yo soy la que da el gasto y la que manda. Me gustaría ser más cuidadosa, porque al final esto me hace daño. Yo sólo lo que busco es una persona que me quiera y me entienda, en igualdad de condiciones?, señala.
La llamada ?Reina del Rock?, comenta que no se propone causar controversia ni en sus espectáculos ni en su vida personal, pero ?en estos 16 años de carrera he tenido que dejar a mi hija, sin querer dejarla; he cargado con el peso de ser honesta y decir las cosas que me gustan y las que no?.
?Obviamente, estar en el espectáculo me ha quitado la privacidad. He tenido que aprender a saber quiénes son mis amigos de corazón o las personas que están por interés, que buscan aprovecharse de tu fama y estar al lado de Alejandra para salir en la foto?, apunta.
?Mucha gente habla mierda de mí, pero lo cierto es que con quien he sido franca todo el tiempo es con el público, porque son ellos, con los que hago catarsis en un concierto y gracias a sus aplausos y su respaldo me he curado algunas heridas.
?A través de mis canciones, en el escenario digo lo que soy y lo que siento. Soy rebelde, pero no tan agresiva, me considero una persona muy sensible y cariñosa, pero con un carácter fuerte?, indica.
Se sabe una mujer que ha vivido excesos, pero aclara que más que de drogas, de alcohol.
?Cuando pruebas las drogas quieres estar más cerca de Dios y no está mal, porque intentas encontrar una salida a tus problemas y yo buscaba una respuesta, pero todo esto te lleva a hacerte daño, a la mentira y a la soledad. Puedes acabar en la tumba, en la cárcel o hasta con el loquero?, expresa.
?Ahora he entendido que no necesito nada de eso para prenderme. Tengo muy clara esa parte: sufrí, lloré, metí la pata, cancelé algunos conciertos, llegaba tarde o no llegaba. No tenía conciencia y me vendía la idea de que eso era parte del ser rocanrolera, ?que viva el sexo, las drogas y el rocanrol?. Tuve que aprender a estar bien por mi hija Frida, por mi público y por mí?.
Ahora su rutina incluye una férrea disciplina que implica pararse temprano todos los días y asistir a clases de ballet y jazz, entre otras actividades.
