EFE
ARGEL, ARGELIA.- Nueve países del Magreb y del Sahel, afectados por una plaga de langosta migratoria sin precedentes en muchos años, decidieron ayer unir sus medios para combatirla, apelando a la ayuda internacional.
La “Declaración de Argel”, con la que se puso fin a los trabajos de la conferencia sostenida por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO, por sus siglas en inglés), advierte del peligro de catástrofe ecológica que representa la invasión de estos insectos.
Los ministros de Agricultura de los países magrebíes (Argelia, Marruecos, Libia, Mauritania y Túnez) y los de la región del Sahel (Mali, Senegal, Chad y Niger) recuerdan que la plaga ha afectado ya a 6.5 millones de hectáreas, causando la desolación de grandes extensiones agrícolas.
La invasión de los enjambres se ha visto facilitada por la pluviosidad que reinó en el norte y el oeste de África durante los dos primeros trimestres de este año.
Los países magrebíes acordaron aportar una ayuda financiera y técnica al Sahel, mientras el representante de la FAO, Joseph Tchikaya, expuso que, como primera urgencia, este organismo necesita 80 millones de dólares para hacer frente a los gastos que genera la lucha contra la plaga.
Argelia apeló también a los países Áfricanos afectados, a establecer lo antes posible un plan antiacaridiano, con el apoyo de la FAO y de otras instituciones económicas internacionales.
