Un problema que golpea con mayor fuerza en el norte del país.
TORREÓN, COAH.- Una nueva visión en salud pública, advierte sobre lo que los investigadores llaman “epidemia de obesidad”, que podría afectar en especial a niños y adolescentes. Según la teoría, esa gordura pudiera estar asociada con la exposición que tuvo la mujer a ciertas sustancias cuando estuvo embarazada.
Gonzalo García Vargas, investigador de la Facultad de Medicina de la Universidad Juárez del Estado de Durango, explica que pudiera existir una asociación entre la obesidad y la exposición in útero a varias sustancias de acuerdo a diversos estudios, sobre todo uno de Oken y Gillman –investigadores norteamericanos- en 2003, donde encontraron que los bebés que nacían con bajo peso, tenían mayor riesgo de ser obesos cuando fueran niños y adolescentes.
Es un estudio que siguió a infantes desde su nacimiento y comprobó que los niños con bajo peso lo recuperaban muy rápido y luego tendían a la obesidad. Se ha triplicado la tasa de sobrepeso en los adolescentes en los últimos 20 años.
García Vargas refiere que un estudio realizado en 2000 en Torreón, por la Facultad de Medicina de la UJED, en colaboración con el Instituto Nacional de la Nutrición y la Universidad Autónoma de Querétaro por cuestiones relacionadas con el plomo y de salud familiar con niños de seis y ocho años de edad, de estrato socioeconómico de medio a bajo, arrojó que el 21 por ciento de los niños tenía sobrepeso y sólo un dos por ciento presentó desnutrición.
“Esto quiere decir que estamos teniendo una transición epidemiológica que consiste en que normalmente México estaba considerado como un país de desnutridos y en desarrollo con altos riesgos de enfermedades infecciosas y parasitarias. Otro panorama es que padecemos principalmente de enfermedades infecto-contagiosas, gripas, diarreas, bronconeumonías, bronquitis, tuberculosis, es decir, enfermedades típicas de la pobreza”.
Los niños ya no están desnutridos, aunque no quiere decir que están bien nutridos -desnutrición entendiéndola como un déficit de su nutrición y sobre todo de varios parámetros de su crecimiento con respecto a su edad y tallas-, los niños no pesan menos de lo que deben según su estatura, ahora pesan más.
¿Por qué tanto énfasis en los niños y en los adolescentes? Porque generalmente si tienen sobrepeso, aumenta el riesgo hasta ocho veces más de que cuando sean adultos sean obesos.
Aparte de los factores estéticos, el problema es que cada vez está quedando más claro que la obesidad aumenta el riesgo para enfermedades crónicas como es la hipertensión, riesgos de infarto al corazón, diabetes y algunas formas de cáncer.
Dice que la relación entre la obesidad y la diabetes tipo II es lineal. Conforme está aumentando la obesidad, se incrementa la diabetes tipo II, sobre todo en adolescentes y niños. Hace 20 años era una rareza ver a un niño con ese tipo de diabetes, lo común era la tipo I.
El problema
La principal causa de la obesidad es la sobre alimentación, comenta el investigador. “El que come aumenta su ingesta de calorías y empieza almacenar grasa”.
El incremento en el tabaquismo en la mujer durante su embarazo con el sobrepeso que se está viendo en los últimos 20 años, tiene mucha asociación.
Oken y Gillman empezaron a ver otros factores relacionados a la exposición de la mujer durante su embarazo a ciertas sustancias, el peso de los niños al nacer y la obesidad en su edad adulta.
García Vargas explica que estos investigadores en su estudio, toman en cuenta a los disruptores endocrinos que son aquéllos que rompen la regulación hormonal o eje hormonal
-que es cuando una hormona estimula a otras hasta el grado de producir más; también se le conoce como cadena endocrina-.
“Normalmente que una mujer en su vida reproductiva tenga los ciclos menstruales cada mes, se debe a un eje de hormonas que están interactuando”, explica. Sin embargo, hay componentes que rompen ejes desde el punto de vista de contaminantes ambientales.
La hipótesis
¿Hasta dónde este incremento epidémico de la obesidad se debe a que la mujer durante su embarazo estuvo expuesta a este tipo de sustancias?
Ante esta teoría, García Vargas responde al cuestionamiento de por qué el rompimiento de ejes endocrinos es fundamental en esta conjetura: “Es que generalmente la obesidad depende del número de células de grasa que tenemos”.
Añade que existen tres etapas críticas para el riesgo de ser obeso. Una es en el útero, cuando el niño está creciendo en el vientre de su madre -porque ahí es cuando se procesa la primera programación de células grasas y lo hacen las hormonas-. Otra es en la infancia, entre los seis y nueve años y en la adolescencia entre los 14 y 19 años. El que no es obeso en ninguna de esas tres etapas, muy difícilmente lo será de adulto, porque va tener muy pocas células de grasa.
Esta nueva teoría dice que según las estadísticas, el aumento de la obesidad, está concordando con el incremento en el tabaquismo en la mujer y con el aumento en la contaminación ambiental de estas sustancias, “que se sabe provocan obesidad en los animales”.
Cada vez queda más claro que la exposición y crecimiento de células adiposas in útero es determinante para la obesidad. Además, los alimentos para cerdo, para pollo, traen sales de arsénico para estimular su crecimiento.
Otro aspecto que este artículo no toca, agrega García Vargas, pero que también es importante en la obesidad, es que cada vez se están usando más antibióticos y hormonales para estimular el crecimiento de pollos, cerdos y ganado vacuno. Y esos hormonales obviamente van a romper los ejes endocrinos.
Si el cerebro de una mujer embarazada interpreta que está comiendo carne con ese tipo de hormonas, lo que va suceder es que le está indicando que ahí hay muchas hormonas, entonces empieza a pararse parte del eje.
“Como en el caso de una mujer a la que se le quitan los ovarios, los médicos y en especial los ginecólogos, sabemos que esta persona aumentará su peso y la cantidad de tejidos grasos porque se rompió el eje”.
Estos ejes de hormona tiene que ver con el apetito aunque al fin de cuentas, la gente sube de peso porque come más, pero lo que tiene el obeso es que no puede regular su apetito.
Las personas no obesas, su mecanismo de saciedad lo tienen coordinado. Cuando comen lo que necesitan, llegan señales al cerebro y su apetito cesa. En cambio en el obeso, la señal no la percibe adecuadamente.
“El apetito está regulado cerebralmente, eso se sabe de los animales, se manipulan las hormonas y el animal empieza a comer y comer”, expone.
Si la mujer durante su embarazo fuma, toma alcohol, trabaja en una maquiladora y estuvo en contacto con solventes para limpiar su máquina de coser que se adhirieron a su piel, además está tomando agua que pasa por tubería de PVC que lleva ftalatos, indudablemente aumenta los riesgos en su producto.
“Estamos hablando de la regulación inconsciente del apetito, pero no se trata de un panorama catastrofista. Como el apetito tiene factores conscientes e inconscientes, ésos son riesgos que pueden ser intervenidos, pues sabemos de gente que tiene tendencia a la obesidad, se cuida y hace ejercicio”.
La conciencia
En el campo de la obesidad, es crítico para la mujer que está embarazada y no tanto para ella, sino para su producto. Al final de cuentas, todo lo que absorbe ella se lo va a transmitir al niño.
García Vargas comenta que la protección para las embarazadas tiene que ser social, ya que es difícil saber si el pollo fue suplementado con estrógenos. “Es un mensaje que va orientado a que las autoridades pongan normas que limiten el uso de hormonales en el crecimiento de pollos. Pero también hay protecciones sociales y jurídicas –normativas-.
“Si se va usar PVC, que no se use para el agua potable, que se use para el drenaje. Aunque también hay mucha gente que cuestiona esto, porque ésas son aguas que luego de un tratamiento se usarán para el crecimiento de plantas, que después vamos a comer, pero la sustancia ya está más diluida”.
Si se van usar insecticidas para el dengue, que no se use Malation, sino piretroides, que son menos tóxicos. “Cuidar a la mujer durante su embarazo en el ambiente laboral, es fundamental, sobre todo para solventes y metales, porque al final de cuentas, estamos cuidando a sus hijos, que de no hacerlo, las generaciones siguientes van a enfrentar serios problemas derivados de la obesidad”.
La “cocacolonización”
Obesidad y enfermedades del metabolismo están muy relacionadas a los cambios que se han dado en el estilo de vida, manifiesta el endocrinólogo y experto en nutrición, Miguel Agustín Madero Fernández del Castillo, especialista de la Clínica número 71 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
El estilo de vida enfocado hacia la salud, se refiere fundamentalmente a la exposición a ciertas costumbres, alimentación, actividad física y exposición al estrés.
En años recientes se ha podido identificar que existen dos grandes grupos de estilos de vida. Aquél que se le ha llamado el estilo de vida occidentalizado, que incluso algunos autores lo han bautizado como el producto de la “cocacolonización”. El otro es el estilo de vida tradicional.
El especialista refiere el tipo occidental y dice que es primordialmente urbano. “Es en cuestión de actividad física que se ha disminuido en forma importante, derivado de la propia actividad del trabajo que la gente hace”.
El acceso a medios de transporte, control de ciertas actividades vía medios electrónicos como teléfonos celulares, sistemas de informática al alcance, vehículos de motor, “todo eso disminuye la actividad física y en lo que se refiere al grado de estrés, se incrementa por la exigencia de la vida humana”.
Estilo de vida occidental
El estilo de vida urbano y occidental tiene un mayor consumo de productos procesados y refinados. Un incremento en el consumo de grasas y de proteínas de baja calidad a partir de los llamados alimentos de comida rápida, lo cual se ha relacionado mucho al incremento de la obesidad y de enfermedades como alteraciones de los lípidos, hipertensión, diabetes y otras más que en su conjunto, representan mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares.
Esto explica porqué en los últimos años, la diabetes y las enfermedades cardiovasculares han pasado a ser las dos primeras causas de mortalidad en México, informa Madero Fernández del Castillo. “La obesidad siendo un aspecto central en esto, también se ha relacionado a una mayor frecuencia de enfermedades como cáncer en algunos órganos, enfermedades del hígado, que pueden dar lugar a la degeneración del hígado que se le ha llamado la cirrosis hepática no relacionada al consumo de alcohol, además de problemas articulados de movilidad y de tipo afectivo y emocional”.
Tal vez uno de los problemas de más difícil tratamiento es la obesidad de quienes lo han sido desde la infancia. Vale la pena resaltar que la obesidad en la infancia, tradicionalmente se reconocía como un factor de riesgo para que se presentara como adulto pero además para adquirir otras enfermedades.
En la actualidad ya no es necesario ser adultos, porque muchas de estas enfermedades se están presentando en la edad infantil. Hay estudios que se han realizado en varios países, incluyendo México, en que se relaciona que las horas de ver televisión incrementan proporcionalmente la adiposidad en los niños.
Los niños reciben la agresión del estilo de vida occidental en forma más importante. Hacen menos ejercicio, porque han sustituido la actividad deportiva por la televisión, videojuegos, computadoras. Y por el otro lado, son el blanco de alimentos procesados. Actuamente es más abundante de lo que era en otras épocas.
La herencia
Si bien es cierto que existe un factor hereditario, también es verdad que en el seno familiar se aprenden las costumbres, añade Madero Fernández del Castillo.
“Si a los adultos nunca se nos enseñó a comer en forma sana, estaremos transmitiendo esas costumbres a nuestros hijos. Aquí se aplica aquello de que la palabra enseña, pero el ejemplo arrastra”.
Sustancias dañinas
Éstas incluyen los metales pesados famosos, solventes que se usan en la industria y en las pinturas, insecticidas órgano-fosforados, ftalatos –sustancia compuesta-. Se encuentran en el ambiente y se sabe que rompen ejes.
* Metales pesados donde destacan el arsénico y el plomo.
Ejemplo: algunas sales de arsénico se han utilizado en veterinaria para incrementar el peso a los animales, como son ganado vacuno, pollos y puercos. Se trata de un tónico que incluso durante un tiempo se usó en humanos para estimular su crecimiento. Se sabe ahora que es porque rompe estos ejes, aumenta el apetito y estimula el crecimiento de los animales.
* Solventes (industriales y pinturas) Varios de ellos interfieren con las hormonas esteroides. Por ejemplo el tolueno, es un solvente muy identificado y que se usa mucho, es componente del thíner.
n Insecticidas (órganos fosforados) El más empleado es el Malation, es de los más usados en la agricultura y control del dengue.
* Ftalatos
Compuestos que se han hecho importantes conforme se está usando tubería de PVC en el manejo de agua que van liberando ftalatos en el líquido que luego seingiere. No es un problema exclusivo de México. Las conexiones que se están usando en la nueva tubería del centro de la ciudad, son de PVC reforzado. Es un plástico útil por su dureza, resistencia y plasticidad.
Lo que trata de explicar esta nueva corriente es que esas sustancias tienen la capacidad de romper ejes endocrinos que favorecen el aumento de peso. Todas ellas expuestas en dosis bajas en animales, demostraron que tienen capacidad para provocarlo.
FUENTE: Investigación de El Siglo de Torreón
Adiós nutrición
La cocina mexicana puede ser muy buena desde el punto de vista nutritivo, pero solemos agregarle una serie de cosas a veces para competir en sabor, dice el endocrinólogo Miguel Agustín Madero Fernández del Castillo
En términos generales, los platillos mexicanos tradicionales no son tan dañinos, es la adición de cantidades exageradas de grasas y harinas lo que los ha modificado. Pero hay bastante comida nutritiva y muy recomendable. “Simple y sencillamente podríamos hablar de que la tortilla y los frijoles comunes en ciertas cantidades son bastante saludables, especialmente los de la olla, pero los fritos tienen un adicional que resta su valor nutricional”.
Recientes publicaciones señalan cómo ha cambiado el consumo de alimentos en México, donde concluyen que la población prefiere la comida procesada.
Se está sustituyendo el agua fresca por refresco, el chicharrón natural por frituras, la tortilla de maíz por la de harina con conservadores, el pan que puede ser rico en fibra o más casero, por un producto empacado.
¿Tiene usted sobrepeso?
Guía para conocer su índice de masa corporal:
Fórmula
* Dividir el peso en kilogramos entre la estatura en metros elevada al cuadrado.
Por ejemplo, una persona que mide 1.64 entre 57 kilos el resultado de esta cuantificación la tiene que elevar al cuadrado. Si el resultado arroja más de 25 puntos pero menos de 27, tiene sobrepeso. Y si tiene más de 27, tiene obesidad.
¿Cuánto comer?
* Las personas con sobrepeso, que no tengan mucha actividad física, pueden calcular una dieta aproximadamente de 25 calorías por kilogramo de peso al día. Y las que tienen obesidad entre 20 y 22 calorías por kilogramo de peso.
Busque a un profesional
* Es una guía muy general. Dado que se toman en cuenta otros factores como la actividad física, la estatura, género, edad, alguna precisión mayor, tendría que ser vista por su médico.
* Algo que es un concepto que la gente con frecuencia tiene, un informe erróneo es que en ocasiones se piensa que adelgazar rápidamente es mejor que hacerlo en forma pausada o más lenta. Para entender un poco el error de este concepto, hay que decir que el exceso de peso que es más dañino, es el que está dado por el exceso de grasa y si una persona requiere adelgazar o bajar su peso en forma sana, tiene que disminuir su propia grasa corporal y el organismo va a perder un kilogramo cada vez que ahorre nueve mil calorías.
FUENTE: Investigación de El Siglo de Torreón
El papel de la ignorancia
EL SIGLO DE TORREÓN
TORREÓN, COAH.- La Secretaría de Salud advierte un incremento de diabetes mellitus no insulino dependiente que infiere que los problemas de obesidad van en aumento.
Humberto Muñoz Flores, epidemiólogo de la Jurisdicción Sanitaria número VI, informa que el problema de la obesidad sí se está incrementando en nuestro país derivado de la cultura de los mexicanos, al no tener los conocimientos de lo que debe ser una alimentación adecuada.
Los problemas de salud de la época moderna están afectando más a los estados del norte del país, confirma Muñoz Flores, porque son los que han tenido más problemas con los hábitos dietéticos y los que tienden a tener obesidad. “Somos más afectos de imitar a nuestros vecinos de enfrente, por eso es necesario que todo el Sector Salud trabajemos juntos el aspecto de nutrición”.
La obesidad no significa de alguna manera que se esté sano. El ver a un niño gordito era reflejo de que se tenía salud y hoy se sabe que no es así. “Necesitamos corregir esa situación en los niños para que no vayan a ser diabéticos prematuros”.
La Secretaría de Salud ha realizado encuestas nacionales donde se han detectado los problemas de la obesidad, pero no se ha estudiado con la suficiente seriedad para determinar el daño actual que está provocando.
Muñoz Flores dice que eso va a modificarse, es una situación que se verá a corto plazo donde la labor conjunta del Sector Educativo con el Sector Salud es importante.
En el año de 1999, en todo el Sector Salud de la Jurisdicción Sanitaria número seis se reportaron tres mil 153 diabéticos. En 2002, el número de diabéticos ascendió a cinco mil 899 reportados, -los datos de 2003 no estaban integrados hasta el momento de esta publicación-.
El problema ya está detectado, -asegura Muñoz Flores-, pero la respuesta no será a corto plazo. Por lo tanto el Sector Salud capacita a las madres de familia para que ellas conozcan los productos de la región que pueden ofrecer a su familia para evitar los problemas de obesidad.
La Secretaría de Salud a través del Departamento de Regulación Sanitaria, especifica que los productos alimenticios tengan descrito las cantidades que tienen los diferentes nutrientes y aquéllos que están fuera de norma, son retirados.
“Pero falta cultura, pues la mayoría de la gente no verifica lo que contienen esos productos para ver si son benéficos para su salud”.
Riesgos
Ser gordo no significa estar sano.
* La obesidad sí afecta a cualquier grupo de edad -niños, adolescentes y adultos-, además de que es un factor de riesgo para presentar diabetes mellitus e hipertensión arterial, que son de las principales causas por las que se enferma la gente y de las que se muere también.
* La principal causa de mortalidad en nuestro país y en nuestra región son las enfermedades cardiovasculares, en segundo lugar, los tumores malignos -algunos de ellos asociados a los malos hábitos dietéticos-, por ejemplo, el cáncer del colon. Y el tercer lugar es la diabetes mellitus, que se debe principalmente a una alimentación mal balanceada.
FUENTE: Investigación El Siglo de Torreón
Los tres principales grupos de alimentos calóricos
En lo que se refiere a las calorías, no existe un número que sea aplicable para todo mundo por igual. En términos generales, depende de factores tan simples de entender como la edad, el género, la estatura, la actividad física. De ahí resulta el cálculo de las calorías para cada persona que luego se tienen que distribuir entre los tres grupos principales de nutrientes calóricos que son las proteínas, los carbohidratos y las grasas.
Las proteínas
* Desde el punto de vista de la nutrición, son la principal fuente de aminoácidos que el organismo a su vez transforma en sus propias proteínas.
* Ya en el organismo, las proteínas más importantes se encuentran en el tejido muscular y forman parte de estructuras químicas de suma importancia como enzimas, hormonas y otra serie de compuestos necesarios para llevar a cabo funciones complejas.
* Los alimentos que contienen las proteínas son principalmente la carne de todas las fuentes –como ejemplo, res, pollo, pescado, cerdo, carnero, cabrito-, huevo, leche y sus derivados.
* También existen proteínas de origen vegetal como muchas verduras y leguminosas, que sí las contienen, pero les faltan algunos de los aminoácidos de los llamados esenciales -significa que el organismo no los produce, los tiene que comer-.
* Aproximadamente 15 por ciento de las calorías del día y un gramo de proteínas, proporcionan cuatro calorías.
Las grasas
* Las grasas que ingerimos el organismo las transforma a su vez en energía y el exceso de grasa se acumula en el tejido adiposo.
n La grasa corporal sirve como un almacenaje de energía para momentos de ayuno o de mayor demanda. La grasa es importante en la formación de hormonas y en las membranas de las células.
* Ni las grasas ni el colesterol en el concepto que se les tiene son malos, el exceso es el malo, son parte de los nutrientes.
* Los alimentos que las contienen se dividen en vegetales y animales.
* Algunos productos enteros como la nuez, almendras, semilla de calabaza, ajonjolí, que se conocen como grasas insaturadas o monoinsaturadas, hacen menos daño en general a la salud.
* Estudios recientes sugieren que el consumo de más grasas monoinsaturadas de origen vegetal, puede prevenir las enfermedades crónicas.
* Las grasas deben estar entre un 20 y 30 por ciento del total de calorías, aunque
es bueno saber que un gramo de grasa, proporciona nueve calorías.
Los carbohidratos
* Son el tercer grupo y el más abundante dentro de nuestra alimentación. Proporcionan energía, como las grasas, pero a diferencia de éstas, se almacenan muy poco en el organismo.
* Su reserva se da en el hígado y en los músculos y de ellos el cuerpo puede utilizar el que proviene del hígado por un espacio aproximado de diez a 12 horas después de que se haya tomado el último alimento.
* El organismo también produce sus propios carbohidratos para cubrir los estados de ayuno. Se puede decir que todos los carbohidratos se van descomponiendo hasta formar azúcar, glucosa que al fin de cuentas es el combustible más importante para las células del organismo.
* Los carbohidratos provienen fundamentalmente de vegetales y la excepción a ello, es la leche.
* De un 50 a un 65 por ciento de carbohidratos en la dieta diaria, es una medida adecuada; cada gramo de carbohidratos, son cuatro calorías.
* El abuso incrementa la disponibilidad de calorías y la formación de adiposidad.