EL SIGLO DE TORREÓN
GÓMEZ PALACIO, DGO.- La presencia de piojos en el ser humano pudiera desencadenar enfermedades como la anemia y otras de mayor gravedad. Es la falta de higiene la que favorece su aparición. La Jurisdicción Sanitaria número Dos tiene campañas permanentes para desparasitar.
La responsable de la Coordinación de Servicios de Salud, María Moreira Jaramillo, informó que se trata de un parásito que aparece en las personas, sobre todo en los niños, porque no procuran el aseo diario.
En las comunidades rurales o zonas de la periferia, donde las calles no tienen pavimento, las casas sin pisos y carentes de servicios básicos además de la escasez de agua, donde la higiene también es reducida, es más notable su aparición.
Moreira Jaramillo indicó que los niños juegan en la tierra que es propicia para estos parásitos. Aquella idea generalizada sobre que hay gente con ?humor? para crear estos ácaros, es también por ignorancia, porque no hay tal tendencia, lo que falta es limpieza, ?el sudor y la suciedad en el cabello son la combinación perfecta para la incubación?.
El baño diario con jabón o shampoo, es lo que evita la presencia de los piojos, pero existen casos en que las personas no cuentan con el agua suficiente y el aseo es esporádico. Los hacinamientos son otro de los factores que contribuyen a su aparición.
?Por necesidad muchas personas viven en un solo cuarto, entonces el ácaro brinca ?hasta seis metros de una cabeza a otra- y ese parásito depositará sus huevecillos y el problema irá creciendo?. Moreira Jaramillo dice que los piojos blancos de los cerdos, son más peligrosos que los del ser humano.
Existen comunidades tanto rurales como urbanas en las que tienen estos animales. No se tiene la precaución de asear los chiqueros y los niños juegan cerca de ellos. Es la manera en que esos ácaros llegan al cabello de los infantes.
La Jurisdicción Sanitaria número Dos mantiene campañas vigentes para desparasitar. Personal médico aplica un shampoo especial a los niños o adultos infestados, ?pero con pesar nos damos cuenta que el problema resurge, porque la familia no guarda las medidas de higiene y el contagio se da entre todos sus miembros?.
A través del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF), que mantiene sus programas de promoción de la salud o por los mismos directores de las escuelas que piden ayuda a las instituciones médicas para desparasitar a los niños, es como se aborda a la población con este tipo de problema.
Recordó que por la misma ignorancia, anteriormente las madres de familia aplicaban en la cabeza de los niños sustancias creadas para acabar con las cucarachas, hormigas o moscas que permitían un grado de intoxicación que ponía en riesgo la vida de los menores.
?Me tocó ver muchos casos de éstos en las comunidades rurales, donde llevaban a las personas con un trapo en la cabeza y contaminadas y al acercarse uno, olían a insecticida, que se lo aplicaban para acabar con los piojos, sin reparar en que los estaban envenenando?, indicó.